Flores de Papel | El periódico gratuito del barrio de Flores

Actualidad

Veintidós

Casi dos docenas. Un ramo grande. Cada flor representa algo. Con dulces perfumes y algunos agrios momentos, transitamos este tiempo, de los cuales hoy 3 de agosto, se cumplen 22 años.

Publicado

el

Escribe Roberto D´Anna
Casi dos docenas. Un ramo grande. Cada flor representa algo. Con dulces perfumes y algunos agrios momentos, transitamos este tiempo, de los cuales hoy 3 de agosto, se cumplen 22 años.

Quizás para algunos será un año que no termine en cero, en un lustro, no son Bodas de bronce, plata u oro, ni final de siglo, pero para nuestro equipo significa mucho.

Atravesar la pared. Romperla. Superar la pandemia imprimiendo, sin esconderse un solo mes. Surfear una inflación constante que apaga sueños y nos quiere hacer achicar o desaparecer.

¿Por qué esperan los vecinos de Flores?

Veintidós años de ver muchos vecinos que hoy no están. De ver casas que ya no están. De ver cosas que se repiten, en su mayoría injusticias en una ciudad desigual fundamentalmente con nuestros jubilados, maestros, médicos, bomberos, ex combatientes, policías y tantos otros. También con los pequeños comerciantes locales que todos los días suben sus persianas, mientras Comunas, Defensorías del Pueblo o Aysa, por ejemplo, siguen cerradas.

Veintidós años de sentir un barrio que sufre más de lo que disfruta. De esperar que la próxima generación salve a la anterior.

Veintidós años de luces que se apagan como la de Brian, de crisis, de vecinos que se mudan desesperados buscando otros horizontes. Y que no vuelven.

Veintidós años de tener una villa, aunque políticos manden pintar sus laterales y le cambien de nombre y no digan que es un barrio de casas “de cuatro por cuatro, sin un baño decente y un piso de tierra”. Barrio fue el que soñó el diputado Cafferatta hace un siglo en los pasajes de Flores y que la política no pudo seguir construyendo. Ninguno de los pasajes de Flores hoy lleva su nombre, pero sí de ingleses piratas.

Veintidós años de ver caerse a la clase media, a la cultura, a los clubes barriales, a sus galerías, como del último piso del gran edificio de Carabobo y Rivadavia. Sí. Ese de Galante, cuando era Galante.

Veintidós años de competencia ilegal, de centros comerciales de bolsas negras y ningún logo; de talleres textiles clandestinos en los que mujeres (en su mayoría importadas, sin documentos) amamantan bebés recién nacidos.
Veintidós años de promesas incumplidas. De pozos en calles y veredas. De teatros abandonados, de sanatorios intrusados, de Trata, en nuestros edificios. De ver el lago de agua servida que corre por Bilbao y Rivera Indarte.

Matías, vos y yo

Veintidós años que no se olvidan, que dejamos registrados en tres libros, un Museo funcionando y 265 ediciones mensuales consecutivas, guardadas una por una. Veintidós años de defender a Aira, a Arlt, a Ana Arcuri y a vos.
Veintidós años del Compre en Flores. De ayudar a las escuelas públicas y privadas, que forjaron grandes vecinos en nuestra pequeña patria llamada Flores.

De pedir mantas por nuestros tres hospitales, el Álvarez , el Piñero y el abandonado Israelita, por el cual, la colectividad no tuvo memoria ni piedad.

Veintidós años ver pasar al mismo tren, con cruces de largas filas de autos, motos y camiones. De gente triste, amontonada.

Veintidós años dando un mail, un teléfono, un celular o un WhatsApp para estar más cerca del lector, del artista, del escritor, del tanguero, del pintor, del que necesitaba un empujoncito para crecer.

Veintidós años de producir noticias locales para vecinos de todo el mundo. Desde Flores al Vaticano, llegamos. Formamos a varios jóvenes que luego volaron y flamearon alto. Tuvieron su editorial, fueron periodistas en Rusia, en Uruguay o en España. También en medios nacionales. El “hecho en Flores por vecinos de Flores” fue nuestra marca más preciada.

Somos el barrio. Somos Flores. Somos locales. Un día se nos ocurrió decir que “Flores siempre es bello”, para los que lo quieren ver crecer o para aquellos que insinúan querer ensuciarlo. Flores es política de estado para nosotros. También nos dijeron que éramos “fundamentalistas” por ser tan fanáticos.

Veintidós años recibiendo aplausos, bofetadas, plaquetas, insultos, amenazas por denunciar los que otros callaban.
Veintidós años de estar del lado del vecino. El vecino corriente. El vecino auténtico. Nuestro silencioso héroe diario.
Información, solidaridad, voluntad, compromiso, pasión, calidad, barrio, cotidianeidad, cercanía, representación, identidad, inquietud, transformación, gestión, esfuerzo, integración, patrimonio, idiosincrasia, transformación, resiliencia, cultura, veintidós palabras que representan o resumen lo que los vecinos piensan de nosotros, en forma de saludo durante estos 22 crudos inviernos, ya no en carta sino por whatsapp.

Veintidós años de aciertos y errores.
Veintidós años de Flores de Papel. Levantemos el puño bien alto. Hemos ganado por prepotencia de trabajo.

Flores de Papel Digital

Recibí las novedades del barrio por mail

* indicates required

Intuit Mailchimp