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¿Por qué esperan los vecinos de Flores?
Flores de Papel recorrió la zona central del barrio en busca de los negocios más concurridos.
Escribe Felipe Clemente
Con la flexibilización de las restricciones de circulación y el paso del tiempo, los vecinos de Flores y de toda la ciudad pueden disfrutar de un poco más de libertad, realizar sus actividades y comprar en comercios. Como es natural, caminando las calles del barrio se pueden hallar rubros más poblados que otros y algunas filas que, distancia social mediante, pueden dar cuenta de un desequilibrio en la cantidad de estos comercios o locales. ¿Cuáles son? Flores de Papel realizó un recorrido por las zonas comerciales céntricas del barrio para averiguarlo.
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En la siempre ruidosa y atiborrada de gente avenida Rivadavia, encontramos una gran variedad de locales de todo tipo. Entre ellos, los más concurridos y con las filas más largas no son muy sorpresivos: Varios de los bancos o sucursales como las de Banelco, BBVA o Macro, ubicados en la avenida son visitados por mucha gente y tienen bastante fila, especialmente para acceder a los cajeros automáticos. Sin embargo, esto podría significar que hay pocos bancos en la zona central del barrio pero curiosamente este no es el caso; en un tramo de dos o tres cuadras es posible cruzarse con más de uno o dos cada cien metros, en el sector de Rivadavia comprendido entre Carabobo y Donato Álvarez.
También existen locales cercanos al rubro de la salud que son especialmente concurridos, más aún en tiempos pandémicos. Es normal encontrar fila en casi todas las farmacias de Rivadavia. Como sucede con los bancos, las filas no denotan una baja cantidad de dichos comercios en la zona, sino que remarcan la gran demanda de los mismos.
Además, siguiendo por Rivadavia, en la esquina de esta avenida y la calle Granaderos hay algunas casas de telefonía y servicios de internet, (Movistar, Personal, entre otros) con metros de cola. Nuevamente, es sabido que los servicios y productos de este ámbito son indispensables para la vida actual en la que la virtualidad irrumpió en la vida cotidiana de todos los vecinos, así que no es ninguna sorpresa ver que el incremento de demanda y la distancia social entre cada uno de los consumidores genere una fila que obligue a la gente a esperar un poco fuera del local.
Por Alberdi y Ramón Falcón, y sus paralelas, también importantes en la zona, el patrón de comercios concurridos se mantiene, con algunas adiciones, comercios de comida, verdulerías y fiambrerías con filas hacia el exterior. También los Rapipagos y algunas golosinerías, tan en la moda hoy. Pero nuevamente nos preguntamos, estas filas son por menos empleados, falta de oferta o exceso de demanda. Una respuesta que aún no llega claramente en estos tiempos de pandemia.