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Flores nativas para Flores

Las plantas nativas son una excelente forma de sumar verde al barrio, adornar nuestras casas y veredas y aportar al ecosistema.

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Escribe Nahuel Conte

Seguramente hayas oído hablar alguna vez de plantas nativas, e incluso seguramente viste alguna por el barrio, creciendo en un cantero o en un huequito de la vereda. Pero, ¿sabías que son muy importantes para el ecosistema de las ciudades? ¿Sabías que podes usarlas para embellecer tu casa o tu vereda?

En esta nota vamos a conocer mas sobre estas hermosas y útiles plantas, su función en el ambiente y veremos algunas plantas seleccionadas para cultivar en nuestras casas. Vamos de a poco. Primero, ¿qué es una planta nativa? Se denominan “plantas nativas” a aquellas especies de plantas que son oriundas de una región determinada (por ejemplo, en el caso de la ciudad de Buenos Aires, nativas de la región pampeana).

Por lo general suelen crecer de forma natural en dicha región, y están íntimamente relacionadas con la fauna del lugar, creando ecosistemas específicos de cada región. Ahora, quiero recalcar el “por lo general” porque es importante a la hora de entender por qué es necesario activamente plantar y cultivar nativas.

¿Por qué elegirlas? Principalmente tenemos tres razones: la primera, porque contribuyen a la biodiversidad del entorno; la segunda, porque aprovechan mejor los recursos y consecuentemente utilizan menor cantidad, y tercero, porque son una parte importante de la cultura local.

La primera razón y la más importante, es que las plantas nativas contribuyen a mejorar la biodiversidad del entorno, en este caso particular, en la ciudad: favorecen la aparición de animales propios de la región que fueron desplazados por la urbanización del entorno durante la construcción y crecimiento de la ciudad, tales como mariposas, abejas y aves que se alimentan en sus flores o de sus hojas y semillas, o que utilizan sus hojas o tejidos para la construcción de nidos y refugios, entre otras posibles interacciones.

Un ejemplo común de estas interacciones son el de las mariposas: muchas de las plantas nativas son hospedadoras de ciertas especies de mariposas. “Hospedadoras” quiere decir que las plantas no solo proporcionan néctar a las mariposas adultas a través de sus flores, sino que es sobre sus tallos y hojas que los adultos depositan los huevos y las orugas que de ellos salen se alimentan de las hojas para crecer.

Otro ejemplo también son las nativas que atraen abejas silvestres, tales como abejas carpinteras, abejas de antenas largas, abejas cortadoras de hojas entre otras; que suelen ser solitarias, es decir, no forman colmenas, a diferencia de la abeja europea común la mas
La segunda razón, es la forma de utilizar los recursos: al ser originarias de cada una de sus regiones, están aclimatadas a las temperaturas y humedades, por lo que consumen menos agua que plantas exóticas, además de utilizar los nutrientes y recursos de manera más eficiente; no requieren casi de fertilizantes, y tampoco de pesticidas, pues son más resistentes a las plagas.

Ahora bien, al inicio recalqué que “por lo general” las plantas nativas suelen crecer de forma natural. Pero esto no es siempre así, y es un problema que se agudiza en las ciudades, como acá en Buenos Aires. La introducción de plantas exóticas en jardines y parques, esto es, plantas que no son de la región, propicia la desaparición de las plantas nativas.

Muchas de las especies exóticas suelen ser invasivas: utilizan un determinado conjunto de características ambientales, denominado “nicho”, que se superpone con aquellas que utilizan las plantas nativas, además suelen reproducirse mucho más rápido, se introducen en las cadenas alimenticias de los animales que normalmente se alimentan de las plantas nativas y terminan por desplazarlas, modificando el ecosistema general y a la vez desplazando a los animales que dependen de estas. Todo esto que puede sonar tremendista, realmente lo es, pues implica la disminución de la biodiversidad o la desaparición de especies.

Sin embargo es posible revertir el proceso, por ejemplo, reemplazando las exóticas por nativas Es una excelente forma que tenemos de recuperar la naturaleza del lugar, sumándole a la vez belleza y utilidad al barrio, a nuestra ciudad y nuestros hogares.

Por último, la tercera razón, pero no por ello menos importante es el significado cultural de las plantas nativas. Algunas fueron usadas durante años por nuestros antepasados por sus propiedades medicinales, alimenticias o para preparar infusiones; otras por sus colores o aromas son predilectas para la ornamentación de múltiples lugares; otras plantas han servido de alimento durante generaciones; e incluso hay plantas que tienen leyendas asociadas, como el ceibo y la leyenda de Anahí, o las leyendas del algarrobo y el espinillo.

Las plantas nativas estuvieron y están siempre presentes en nuestras vidas, porque son las plantas que siempre crecieron cerca de nosotros, a nuestro alrededor; fueron y son protagonistas de hechos de la historia, como el algarrobo de Pueyrredón, bajo el cual se juntaron José de San Martín y Juan Martín de Pueyrredón a conversar sobre la campaña libertadora (NdR: hay un retoño en la Plaza Flores).

Algunas nativas para nuestras casas

Sean arbustos, enredaderas o hierbas, las nativas vienen en multitud de formas y colores, que nos permiten utilizarlas en muchos lugares para ornamentar.

En la foto hay una selección de 15 plantas nativas, algunas arbustivas y otras herbáceas, que pueden cultivarse en el balcón o en la terraza en maceta y requieren solamente de cuidados básicos, es decir: agua, fertilizar de vez en cuando y alguna que otra poda.

Tenemos, por ejemplo, la carqueja, la mariposera o doctorcito, y la marcela, tres plantas con conocidas propiedades medicinales. Todas poseen flores perfumadas que son visitadas por múltiples polinizadores, y la marcela, es hospedadora de tres especies de mariposas: la dama manchada, dama pintada y cuatro ojos.

Entre otras hospedadoras tenemos a la yerba del mosquito, una herbácea cubresuelos muy bonita que puede usarse en canteros elevados como plantas colgantes; la mariposera misma (cuyo nombre es bastante indicativo); la malva dura, un arbusto con flores rosadas muy vistosas que hospeda a la ajedrezada común y a la dama manchada; la vara dorada, una bella hierba con vistosas flores amarillas; o la malva rosa, un arbusto de pequeñas flores rosadas muy lindas que es hospedadora de cuatro especies de mariposas, la ajedrezada menor, ajedrezada lunar, blanca lomo negro y dama manchada.

Tenemos plantas que muy resistentes, como la misma malva rosa, la margarita del campo, las lantanas cámara y común, o el pucará; todas plantas de sol y relativa poca agua, pero muy bellas y útiles.

Incluso hay arbustos que florecen todo el año, como la fucsia, una planta con flores color fucsia, muy llamativas pues cuelgan hacia abajo, que crece hasta los 2 metros de altura; o plantas con colores únicos, como la salvia azul, que florece en tonos violetas e incluso azules y es visitada por picaflores.

En la imagen, de izquierda a derecha, cada columna, están las siguientes plantas: vara dorada, mariposera, fucsia, pucará, margarita amarilla, salvia azul, marcela, lantana cámara, margarita punzó, sauco austral, malva rosada, carqueja, lantana común, yerba del mosquito y verbena.

Algunas especies de nativas pueden encontrarse en cualquier vivero, pero otras requieren de viveros especializados. En la ciudad hay por lo menos 10 viveros de plantas nativas, algunos con locales de venta al público, otras atienden solo por Whatsapp o Instagram.
Se puede acceder a un buen listado de ellos en la Guía de Plantas Nativas realizado por expertos de la Asociación Aves Argentinas en la página web: nativas.lanacion.com.ar/viveros

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