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La imperiosa necesidad de baños públicos en tiempos de Covid-19
Como consecuencia de la pandemia de coronavirus surgen diferentes problemáticas. Algunas que nacen de la “nueva cotidianidad”, como las largas filas de personas que se forman fuera de las farmacias y los bancos, sobre todo para cobrar jubilaciones y asignaciones universales, y la imperiosa necesidad de baños para quienes esperan por horas.
Escribe Dra. Natalia Rivarola
Como consecuencia de la pandemia de coronavirus surgen diferentes problemáticas. Algunas de gran magnitud, como la emergencia sanitaria, la fuerte crisis económica, el crecimiento del número de personas que cada vez sufren más necesidades por la falta de empleo en este contexto de aislamiento obligatorio, pasando por el desequilibrio emocional que viven muchos vecinos a raíz de la imposibilidad de ver a familiares y amigos hace más de tres meses.
Pero hay otras que nacen de la “nueva cotidianidad”, como las largas filas de personas que se forman fuera de las farmacias y los bancos, sobre todo para cobrar jubilaciones y asignaciones universales, y la imperiosa necesidad de baños para quienes esperan por horas.
“Sin bares y con largas filas de horas en bancos y farmacias, los vecinos no tienen lugares, en Avenida Rivadavia y calles paralelas, donde conseguir un baño. Pido al Gobierno de la Ciudad y a los siete comuneros que habiliten baños públicos (químicos) con su respectiva limpieza. Pensar en el otro…”, planteó el director de Flores de Papel, Roberto D´Anna en las redes sociales del barrio y enseguida se alzaron voces a favor y en contra de la propuesta. Los que estuvieron en contra creen que es una idea inviable ya que serían un gran foco de contagio, que en estos momentos no es “una prioridad” o directamente – en una clara manifestación de falta de empatía con el otro – que no son necesarios: “¡No salgan si no se las aguantan sin ir al baño!”, comentó una vecina; “que no salgan y que hagan en las casas. Como si la plata sobrara…”, dijo otra; “¿Para qué producir un gasto más innecesario? si en la cuarentena se puede salir a 500 metros a comprar elementos de primera necesidad. Señora, no se levantó la cuarentena para salir a hacer shopping”, otro comentario.
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Sin embargo, muchos vecinos consideraron que el reclamo es totalmente válido y se adhirieron al pedido frente a la necesidad de los mismos sobre todo para los adultos mayores. “Hay gente con problemas urinarios y su afección requiere tener un baño cuando salen aunque sean pocas cuadras”; “Es cuestión de humanidad… ¿cómo no van a tener baños los bancos? ¿Están locos? Una embarazada por cuestiones obvias no puede aguantar, ni los abuelos”; “Me pasó esa situación hace unos días, ¡es terrible! Pensé en cómo no tienen en cuenta ese detalle”; “tiene que haber una solución. ¿Sabrán que tenemos un aparato urinario y no somos robots?”.
Hay distintas alternativas para solucionar esta problemática. Una de ellas podría ser que los mismos bancos y farmacias pongan a disposición sus baños para los vecinos que los necesitan. Esta discusión con las entidades financieras no es para nada nueva.
En 2010 la Legislatura porteña había aprobado una ley que obligaba a los bancos públicos y privados con domicilio en la Ciudad a disponer al menos de un sanitario para uso de los clientes, pero la misma fue vetada por el entonces Jefe de gobierno Mauricio Macri por considerar que “estaría en pugna” con los intentos por desalentar las salideras bancarias y extremar las medidas de seguridad.
Mientras que en 2018 el diputado porteño Sergio Abrevaya presentó un proyecto para que tengan baños en la planta baja y con accesibilidad garantizada. Sin embargo, las entidades financieras volvieron a negarse “por cuestiones de seguridad”. “Han hecho un gran lobby para evitar poner baños”, declaraba Abrevaya por esos entonces. Sin embargo, debido a la pandemia las circunstancias cambiaron enormemente y, ante la falta de los sanitarios de los locales comerciales de los alrededores con lo que se contaba, la necesidad de que los habiliten es mucho más urgente.
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Hay quienes plantean incluso que, en caso de negarse a que se utilicen sus instalaciones, deberían ser los mismos bancos los que provean baños químicos y su respectiva limpieza.
Al ser un servicio esencial, si el Gobierno no está dispuesto a llegar a un acuerdo con las entidades financieras, debería ser éste el que tome las medidas que correspondan ante la necesidad de la gente, instalando baños químicos, como se acostumbra a hacer en grandes eventos culturales o deportivos como maratones, con personal de limpieza de manera permanente. O la colocación de “baños inteligentes” utilizados en distintas partes del mundo que no requieren que una persona los lave a mano ya que tienen un sistema automático de desinfección que se activa cada vez que alguien sale del mismo.
A pesar de que muchos vecinos del barrio no consideran “viable” la opción de baños químicos, la realidad es que éstos ya fueron colocados en varias partes del país a raíz de la situación que generan las medidas para combatir el coronavirus. Por ejemplo, en Corrientes se viene montando durante la cuarentena un operativo de atención para jubilados fuera de los bancos que los incluye, al igual que en puntos céntricos de San Juan y Chubut, ante las grandes filas que se formaban.
La realidad es que a pesar de la necesidad de muchas personas, no parece ser un proyecto en agenda en el ámbito de la Ciudad y tampoco en la Comuna. “Yo no los necesito, pero hay mucha gente que sí. Es cuestión de pensar en el otro”, comentó un vecino. Pensar en el otro, algo sumamente esencial en los tiempos difíciles que se viven.
