Personajes
Raúl Porchetto: un pionero del rock caminó las calles del barrio
No se puede escribir la historia del rock nacional sin incluir su nombre. Con casi medio siglo con la música y canciones que se grabaron en el disco duro de los fanáticos, como “Reina Madre”, “Che pibe vení votá”, “Metegol” o “Bailando en las veredas”, Raúl Porchetto.
Escribe Natalia Rivarola
No se puede escribir la historia del rock nacional sin incluir su nombre. Con casi medio siglo con la música y canciones que se grabaron en el disco duro de los fanáticos, como “Reina Madre”, “Che pibe vení votá”, “Metegol” o “Bailando en las veredas”, Raúl Porchetto, gran pionero del género, es otro de los personajes célebres de los que el barrio de Flores puede presumir haber tenido por sus calles.
La carrera profesional de este artista comenzó en 1972, año en que editó su primer trabajo “Cristo Rock” y participó del mítico show y primer disco en vivo del rock “Acusticazo”. Por ese entonces, el muchacho talentoso, que había nacido 23 años antes en Mercedes, vivía en el barrio de “los hombres sensibles”, más precisamente en Bogotá 2376.
Y de hecho era vecino de Flores cuando conoció a quien sería otra leyenda del rock. Buscando un tecladista para su mencionado disco debut – que contaría también con los músicos de La Pesada del Rock and Roll como banda de apoyo -, se enteró que en un sótano del centro un joven de pelo largo y bigotes tocaba muy bien. “Me tomé un colectivo desde Flores y fui a ver quién era, sin que se enterara. Ni bien lo escuché, entendí que era algo especial. Empezamos a trabajar, le pasé cosas mías, y Carlitos me mostró lo que estaba preparando para Sui Géneris”, contó alguna vez Porchetto sobre su primer encuentro con el gran Charly García. Junto a él, León Gieco, Nito Mestre y María Rosa Yorio formaría años después el mítico PorSuiGieco, cuyo primer y único álbum de estudio fue lanzado el 7 de marzo de 1976 y contaba con una canción cuya composición tiene una curiosa anécdota que nace en el límite del barrio. Resulta que finalizando la etapa de grabación, la compañía discográfica había borrado un tema por error, por lo que lo llamaron a último momento para ir a grabar, de un día a otro, uno nuevo para cerrar el disco. “Yo no tenía otra canción, entonces nos tomamos el 44 con Charly -por ese entonces no había celulares y nos encontrábamos en Donato Álvarez y Rivadavia-. Nos pusimos en el fondo del colectivo. Era un sábado y no había casi nadie, y yo me puse a componer ‘Mujer del Bosque’ y Charly me decía ‘más bajito’. Cualquiera se hubiera imaginado que Charly era el loco y él me callaba a mí por hacer ruido con la guitarra en el colectivo. Cuando llegamos, él la sacó enseguida con el piano, le agregamos un contrabajo que alguien había dejado en la sala de grabación, Nito me siguió con la voz y quedó”.
El supergrupo, que había comenzado como una reunión de amigos y se convirtió en historia, se disolvió al poco tiempo y el vecino de Flores ya consolidado como compositor grabó una seguidilla de cuatro LPs entre 1976 y 1979, para llegar a 1980 con “Metegol”, su obra cumbre. Acompañado por Pablo Guyot en guitarra, Alfredo Toth en bajo y Willy Iturri en batería (es decir, los futuros G.I.T), este disco revolucionó el sonido local y ganó en las encuestas de popularidad, superando incluso a “Bicicleta” de Serú Girán. Luego editó varias discografías como “Porchetto”, “Televisión”, “Che pibe”, “Reina madre” -uno de los discos más vendidos del rock nacional con doble platino-, “El mundo puede mejorar”, “Noche y día” -que incluye el gran hit “Bailando en las veredas” que luego tendría una versión junto a su querido Sandro- , “Fuera de juego”, “Centavos de amor” y “Dragones y planetas”, entre otras.
Tras una próspera carrera, el año pasado Porchetto festejó a lo grande sus 45 años con la música con un concierto que terminó en reunión histórica. Ante un Coliseo colmado, el artista que protagonizó buena parte del rock argentino repasó su carrera junto a Charly, Gieco, Nito, Yorio, Willy Iturri, Lito Vitale, Sandra Mihanovich, Juanse y Palito Ortega. Mientras que en junio de este año participó del emotivo “Acusticazo 2017”, que reunió a la generación dorada del primer rock nacional. Ganador de un premio Premio Konex a ‘Mejor autor de rock’, el músico es, sin dudas, otra grgran figura de la cultura que el barrio de Flores supo albergar.