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Eva Perón, la única mujer en las calles de Flores
La nomenclatura urbana fue evolucionando según la concepción cultural dominante en cada época. En la mayoría de los barrios predominan referencias a militares, juristas y políticos pasando por ciudades, batallas, médicos y escritores. Pero todas tienen en común que reflejan la clara desigualdad de género a lo largo de nuestra historia: el uso de nombres femeninos en las calles y avenidas es escasísimo
Escribe Dra. Natalia Rivarola
La nomenclatura urbana fue evolucionando según la concepción cultural dominante en cada época. En la mayoría de los barrios predominan referencias a militares, juristas y políticos pasando por ciudades, batallas, médicos y escritores. Pero todas tienen en común que reflejan la clara desigualdad de género a lo largo de nuestra historia: el uso de nombres femeninos en las calles y avenidas es escasísimo, si se lo compara con los masculinos que figuran en el mapa porteño. Y si hablamos de Flores la brecha es aún más notoria. En un barrio de 7,8 km2 y mayoría de población femenina solo hay una calle oficial con nombre de mujer: Eva Perón, la cual muchos vecinos en el día a día siguen llamando Avenida del Trabajo.
La lucha de las mujeres y disidencias por el derecho a la igualdad atraviesa todos los ámbitos: el trabajo, la familia, la toma de decisiones y también el espacio urbano. Los lugares por los que transitamos a diario tienen nombres que guardan una historia, y la escasez de representación femenina y LGTBIQ no deja lugar a dudas sobre la discriminación. Según el colectivo feminista Geochicas, de las 2.068 calles en la Ciudad que hacen referencia a personas, nueve de cada diez (1.941) homenajean a varones. Las mujeres sólo aparecen en 127.
La presencia mayoritaria de varones se ve incluso en las calles que no llevan nombres de personas pero sí de sucesos bélicos que, como tales, contaron históricamente con mayoría masculina. En el caso de Flores, muchas de nuestras principales arterias llevan nombre de batallas, como son las avenidas Nazca, San Pedrito, Boyacá y Carabobo; o las calles Bacacay, Yerbal y Culpina. También tenemos numerosos militares y políticos, y hasta un querido médico del barrio, Dr. Juan Felipe Aranguren, quien fue el primer director del Hospital Álvarez; o el poeta Baldomero Fernández Moreno. Pero cuando de figuras femeninas se trata, solo homenajeamos a Eva Perón.
La actual avenida Eva Perón es uno de los caminos más antiguos que atravesaron Flores y se puede encontrar en viejas mensuras de chacras y planos de Buenos Aires de mediados del siglo XIX. Primero fue conocido como Camino de las Carretas porque por allí circulaban esos vehículos que trasladaban leña para los hornos de ladrillos; luego como Camino de Campana, nombre dado ya que atravesaba la chacra de Joaquín Campana, figura destacada en los sucesos de la Independencia; también se lo denominó Camino del Palomar; en 1904 fue Avenida Campana; en 1926 una ordenanza le cambió el nombre a Doctor Norberto Quirno Costa; en 1942 otra ordenanza le impuso el nombre Del Trabajo y finalmente en 1991 se adoptó el nombre actual, que recuerda a la segunda esposa de Juan Domingo Perón – quien fue vecino de Flores -, que pasó a la historia como “Evita”.
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Esta arteria es el único homenaje a una mujer en todo el barrio ya que la calle Ana María Janer, muy cerca del Bajo Flores, es considerada Villa Soldati; y Remedios -quienes algunos piensan que es en referencia a Remedios de Escalada de San Martín- no representa a la esposa del Libertador, sino que lleva ese nombre por el de la antigua Chacra de los Remedios que se encuentra en el Parque Avellaneda.
Sociólogos relacionan la escasez de nombres femeninos con el lugar que tradicionalmente se le ha asignado a la mujer en nuestra sociedad. La historia oficial ha sido escrita y divulgada por varones. Del mismo modo que la elección de los nombres de calles estuvo a cargo de hombres, los mismos que dominaron la mayoría de los espacios de poder hasta nuestros días. Los intentos por reducir aunque sea un poco esta desigualdad comenzaron recién a mediados de los 90, con las calles de Puerto Madero y hoy se renuevan con la convocatoria para que nombres de mujeres acompañen las denominaciones de las nuevas estaciones del subte E.
Las mismas podrán ser votadas por los vecinos desde marzo en las redes del área de Participación Ciudadana. Son numerosas las importantes personalidades que se merecen un reconocimiento por su labor, ya sea en el transporte o en nuestras calles. Incluso algunas que vivieron recientemente en Flores, como la activista trans Diana Sacayán, que había coronado más de dos décadas de militancia social consiguiendo la sanción de la ley bonaerense de cupo laboral para ese colectivo – que se conoce por su nombre y es única por sus características a nivel mundial – cuando fue asesinada en octubre de 2015 en su departamento del barrio, y por el crimen se dictó la primera condena por un travesticidio. El proceso hacia una sociedad cada vez más igualitaria será lento y aún falta mucho para sumar a otros colectivos, pero el cambio ya está en marcha y Flores no debe quedarse afuera.