Flores de Papel | El periódico gratuito del barrio de Flores

Actualidad

Elecciones: Una mirada desde la participación civil

Publicado

el

Escribe Maximiliano Feroleto (*)

Para todo hecho social existe una multiplicidad de lecturas posibles y éstas pueden ir desde lo más superficial a lo más profundo. Esto no denota una cuestión esotérica ni mucho menos, sino todo lo contrario: se trata de un proceso analítico y desnaturalizante que responde al abordaje de una realidad social siempre compleja; se trata de una mirada sociológica, crítica y reflexiva.

Dicho esto y dejando de lado los resultados cuantitativos de público conocimiento, ¿qué otras cosas podemos decir del proceso electoral acontecido el pasado 12 de septiembre? Asumiendo que en este artículo, como respuesta al planteo propuesto tan sólo será posible desarrollar un ensayo parcial e incompleto, me gustaría hacer foco en una cuestión particular: la participación civil. A propósito y lejos de cualquier capricho, propongo hacer este recorte por dos motivos: por un lado, porque el porcentaje de concurrentes fue llamativamente menor al esperado y, por otro, porque el exceso desmedido de propaganda política exige resituar en el centro del análisis a la ciudadanía.

Intervenir la realidad: el poder de la participación colectiva en tiempos de crisis

Datos superficiales. Sabemos que aproximadamente doce millones de personas no fueron a votar, lo cual se traduce en un 35% del padrón electoral, dando la cifra más baja en cuanto al nivel de participación desde el retorno a la democracia; y por otra parte, que el gobierno otorgó unos $220 millones para que cada fuerza política imprima boletas y lleve adelante su campaña. Si a todo esto sumamos los gastos extra de cada agrupación política en propaganda, encuestas, coucheo, etc. y lo cruzamos con los resultados obtenidos, es decir, el voto popular, será sencillo concluir que estamos frente a enormes maquinarias de propaganda política cuya eficiencia es inversamente proporcional a su tamaño.

Así las cosas, puede ser que algunas lecturas apresuradas se escandalicen por la baja concurrencia a las urnas y, seguramente, puertas adentro varios partidos hablen de objetivos incumplidos, cuando no de fracaso. Sin embargo, en términos democráticos la cuenta es otra, y aquí viene lo interesante. Lejos del sesgo partidario y la competencia por la concentración de poder, quienes realmente se preocupen por el estado en que se encuentra nuestra democracia deben sentir cierta tranquilidad -no así, si miramos hacia el sistema representativo, pero eso quedará para más tarde.

Construir en Flores

En la jornada electoral, la expresión popular trasciende las urnas y el “poroteo” estresante que se vive antes y durante el procesamiento de los telegramas, da por tierra los “boca de urna” y se burla de la ansiedad que reina en cada búnker, entre otras cosas. Esto significa que en la ecuación final los ausentes no pierden el presentismo, por el contrario, las personas que decidieron no manifestarse en las urnas también están expresándose políticamente; incluso, en esa actitud puede haber un mensaje no solo orientado a las ofertas partidarias sino, además, referido a las formas y el propósito del sistema electoral (por ej. la organización, el carácter obligatorio, el costeo, la particular situación sanitaria y demás cuestiones).

Por supuesto, es difícil delimitar con exactitud quienes no participaron por alguno de estos motivos y quienes se vieron imposibilitados de asistir; no obstante, teniendo en cuenta la información disponible y en términos comparativos, resulta evidente que en esta ocasión el incremento de ausentismo responde más al primer caso que al segundo.

Siguiendo esta línea, es esperable que de cara a las elecciones generales de noviembre las fuerzas políticas que realmente logren interpretar en sentido amplio la expresión popular, y miren más allá de los resultados formales, cambien sus estrategias de campaña y ensayen un acercamiento a esa facción dispersa que no sufragó a través de las urnas. Pero, como señalamos más arriba, aquí lo importante es otra cosa.

Los Diez lugares imperdibles del barrio de Flores

Para decirlo desde la filosofía política, la novedad es que una parte de la ciudadanía logró hacerse escuchar desde su aparente ausencia, forzando el reconocimiento de un nuevo logos. Y si se quiere, también con el psicoanálisis, podemos decir que esa fracción del electorado se manifestó, ni más ni menos, desde la falta.

Con todo, podemos concluir, aunque preliminarmente, que el problema político subyacente radica en la representatividad política y que la sociedad lo ha dejado en claro, dentro y fuera de los sobres.

(*) Maximiliano Feroleto es sociólogo.

Espacio Publicitario

Flores de Papel Digital

Recibí las novedades del barrio por mail

* indicates required

Intuit Mailchimp