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Sin plantas, no hay Flores
Según estándares modernos, las plazas del barrio no son suficientes, y para peor, su estado no es el mejor. Una breve recorrida por las plazas más importantes de Flores, los beneficios de los espacios verdes y cómo podemos mejorarlos.
Escribe Nahuel Conte
Los espacios verdes generan múltiples beneficios para las ciudades, tanto para sus ecosistemas como para sus habitantes. Refrescan las ciudades con sus arboledas y plantas, las embellecen con sus flores, proporcionan espacios de recreación para sus habitantes y también proporcionan servicios a los ecosistemas de las ciudades, con espacios para que las aves hagan sus nidos, y con las flores se atraen polinizadores como abejas y mariposas, entre otras cosas.
Entre los beneficios más interesantes para la sociedad de los espacios verdes, es la mejora de la salud mental de la población. Según estudios realizados en China, Reino Unido y Estados Unidos de manera independiente, las personas que habitan en zonas o barrios de ciudades con más espacios verdes, o que se mudan a zonas más verdes de las ciudades muestran mejoras en su salud mental respecto de aquellos que viven en zonas sin plazas o parques u otros espacios verdes, mostrando una disminución los casos de ansiedad, depresión y neuroticismo; en este aspecto, los espacios verdes son considerados “factores de protección” de la salud mental.
Además de la presencia, la calidad de los espacios públicos y verdes es un elemento importante para la salud mental, mostrando en zonas con infraestructura verde de calidad mejoras en la salud mental a largo plazo tanto en adultos como en niños, y fomentan también la idea de comunidad en la vecindad de estos espacios. De más está mencionar los más que conocidos beneficios a la salud física que generan los espacios verdes en las ciudades, a través de la limpieza del aire y absorción del dióxido de carbono, reducción de las temperaturas, etc.
Ahora, para que todos estos maravillosos beneficios ocurran, además de que efectivamente haya espacios verdes y sean de buena calidad, se requiere que los parques y las plazas estén presentes en una correcta cantidad.
Existen varios indicadores con recomendaciones en cantidad y en estrategias de distribución de los espacios verdes, por ejemplo, el más que conocido de 9 metros cuadrados de verde por habitante; pero vamos a quedarnos con lo indicado en un informe del año 2016 de la Organización Mundial de la Salud que utiliza un enfoque relacionado con la accesibilidad, y habla de a que distancia tiene que haber una plaza o un parque, según su tamaño. Básicamente, según este informe, cualquier persona, donde sea que viva, debe tener una plaza de 2 hectáreas de superficie a 3 cuadras de su casa, y un parque de al menos 20 hectáreas a 2 kilómetros.
Si analizamos el barrio de Flores y tenemos en cuenta lo recién mencionado, podemos notar dos cosas: los espacios verdes del barrio son escasos (y todos de menos de dos hectáreas), y no se encuentran en el mejor de los estados. Respecto del estado de éstas, la plaza de la Misericordia, ubicada en un lugar altamente concurrido con una clínica y un colegio en frente, se encuentra con sus espacios de césped en muy mal estado, producto tanto de la falta de mantenimiento como del uso extremadamente alto que posee, evidenciando la falta de plazas del barrio; además, la cantidad de vegetación podría aumentarse, por ejemplo, reduciendo parcialmente el ancho de los caminos para la instalación de más césped e incluyendo plantas enredaderas en las rejas perimetrales y/o las del patio de juegos, por ejemplo.
Algo similar ocurre en la plaza del Ángel Gris, ligeramente mejor atendida que la de la Misericordia, pero con los mismos problemas de falta de superficie verde, con posibilidad también de plantar más árboles en varias zonas que no tienen sombra. La plaza Pueyrredón por su parte, también muestra falta de arboleda interna (no en sus veredas, la cual es bien completa con sus numerosas tipas blancas) y también podría incorporar mayor espacio verde particularmente en la vereda de Av. Rivadavia, en la zona del monumento a Pueyrredón, sin que esto perjudique la circulación en el lugar. La plaza de los Periodistas es la menos afectada, con una buena cobertura arbórea y en relativo buen estado el césped, más como todo, puede mejorarse en algunos detalles.
Cuando vemos cantidad y ubicación de los espacios verdes del barrio se puede observar también la escasez de estos. Anteriormente hablamos de una recomendación de la OMS para la distribución de los espacios verdes, y sin necesidad de análisis extremadamente complicados salta a la vista que no están ni correctamente ubicados ni en cantidad suficiente. ¿Cuántas veces algún conocido o uno mismo quiso ir a una plaza y notó que está llenísima de gente por todos lados?, ¿y que para encontrar otra plaza o un parque hay que movilizarse más de lo que uno pueda tener ganas?
Analizando más en profundidad, la regla de que a 3 cuadras cualquier persona tenga un espacio de al menos 1 hectárea (tomando la ligera atribución de modificar la recomendación porque en el barrio tampoco hay de 2 hectáreas; y como dato de color, la Plaza de la Misericordia ni siquiera tiene 1 hectárea de superficie) no se cumple: incluyendo la Plaza de los Virreyes apenas 1 de cada 10 vecinos del barrio tiene esa posibilidad, principalmente en la zona norte, pues Flores sur presenta aún menos espacios verdes grandes.
Hay que mencionar, que, debido a los Parques Chacabuco y Avellaneda, Flores sur si cumple con la recomendación de un espacio de al menos 20 hectáreas a 2 kilómetros, pero Flores norte queda fuera del alcance de estos.
Entonces, ¿qué podemos proponer como soluciones para aumentar el espacio verde? Primeramente, mejorar las plazas ya existentes del barrio (como ya se mencionó), disminuyendo la superficie con baldosas o cemento e incrementando el espacio verde, plantando nuevos árboles, cuidar mejor los existentes y concientizando a la gente para que ayuden a mantenerlos en buen estado.
También se pueden construir nuevas plazas: si bien es algo ligeramente complejo dado el desarrollo inmobiliario actual, la opción de hacer nuevas plazas siempre está presente, con el GCBA expropiando o adquiriendo terrenos en venta y utilizarlos para crear nuevas plazas (algo similar a lo que ocurrirá en el barrio de Villa Santa Rita, donde se expropió un terreno de 1602 metros cuadrados para construir la primera plaza de ese barrio). Otra solución interesante es sumar espacios verdes en las veredas.
El barrio cuenta con calles cuyas veredas anchas se encuentran desaprovechadas, en las que se pueden instalar canteros de toda la longitud de la cuadra y llenarlos de plantas y arbustos, pero incluso en veredas más angostas es algo factible: usando enamoradas del muro en las fachadas de algunas casas o de esquinas.
Se pueden usar plantas nativas para este propósito, y además de el aumento del espacio verde y del embellecimiento del barrio que viene como regalo, se mejora el ecosistema para la biodiversidad de la ciudad. Incluso como vecinos se puede tomar acción, colocando cuantas plantas podamos en balcones, terrazas, ventanas: no solucionaremos la falta de plazas, pero nos beneficiaremos de la mayor presencia de plantas en el barrio; actuando en conjunto se puede lograr un cambio apreciable.
