Los Tipitos: “León Gieco nos trajo al barrio para crecer”

Escribe Marina del Rivero
Todavía no saben exactamente por qué se llaman Los Tipitos, pero recuerdan que la idea del nombre comenzó a surgir de unas colillas de cigarrillos tiradas en una silla. Los medios siguen promocionándolos como una banda nacida en Mar del Plata pero, si bien la costa argentina los ayudó mucho a promocionarse, lo cierto es que cuando les preguntan de dónde son ellos responden: “Somos una banda federal, capitalina”.

“Los dos porteños son Walter ‘Willy’ Piancioli (voz, guitarra eléctrica, teclados y coros) y Federico Bugallo (bajo, guitarra y coros). Pablo Tévez (batería, percusión, guitarra y coros) es marplatense y yo chaqueño. Estamos bastante rejuntados”, dice entre risas a Flores de Papel Raúl Ruffino (guitarrista, voz y coros) de la banda.

“Willy, Fede y yo teníamos una banda junto a una amiga. En un viaje a Villa Gesell habíamos conocido a Pablo y, un tiempo después, la banda se disolvió. Willy después se casó y siguió con sus proyectos personales. Para ese entonces invitamos a Pablo a unirse a la banda pero, ya como trío, nos pusimos el nombre ‘Los penes erectos’ y tocábamos en barcitos”, agrega.

En 1994 convencieron a Willy para que vuelva a la banda y decidieron llamarse ‘Los Tipitos’. Tocaban por monedas en plazas, ómnibus y calles de Capital Federal y de la costa, pero pisaron un escenario de manera oficial el 29 de mayo de ese año. Fue en mar del Plata y sólo tenían compuestos unos pocos temas propios: “Siempre decimos que esa fecha es nuestro cumpleaños -detalla Raúl-. Pronto se vienen nuestras bodas de plata con muchas sorpresas”.

Vivir y hacer música en una fábrica abandonada
Nada los frenó a la hora de perseguir su sueño de músicos. El estar tan unidos nuevamente los hizo centrarse en la grabación de su primer cassette “hecho en casa” donde para hacer música no tenían más que sus instrumentos fabricados, ya que había sufrido un episodio de robo y tocaban con lo que tenían. “El cassette estaba editado con 14 canciones hechas con una guitarra base, la voz y pianos que Willy metió por doquier”, cuenta Federico.

En marzo de 1996 fueron invitados a tocar en un encuentro celebrado en Plaza Lavalle de la Ciudad de Buenos Aires para conmemorar los 20 años del golpe militar en Argentina.

Ahí conocieron a León Gieco (vecino de Caballito), con quien sólo habían tenido contacto telefónico a través de quien era en ese momento su manager, Guillermo Báez. “Me acuerdo que nos acercamos a León, nos presentamos formalmente, y le entregamos el famoso cassette casero que teníamos grabado”, recuerda Willy.

Y todo sucedió. Sonó el teléfono una tarde. Era León Gieco para contarles que estaba por lanzar su compañía discográfica. Les ofrecía gratis la oportunidad de producirles un disco de manera profesional. “El tema es que nos dijo que teníamos que estar los cuatro viviendo en Capital. Nosotros en ese tiempo estábamos basados en Mar del Plata, ya que tocábamos en bares de la costa. Y no tuvimos otra opción que venirnos. Conseguimos un camión gigante y fuimos a buscar a nuestras familias mudándonos con ellos, con nuestras cosas, los perros y los gatos. Vinimos todos en la caja de ese camión. León fue nuestro incentivo para venir al barrio a crecer”, evoca Raúl sonriente.

“Fue una etapa dura. La economía de nuestras familias era muy precaria y se hizo difícil remontar todo. Cacho, mi papá, nos había conseguido una fábrica abandonada en Floresta, en la calle Marcos Sastre 4051, esquina Chivilcoy. Llegamos un sábado a la noche y tuvimos que darle dinero a un hombre que ocupaba el lugar a modo de garaje”, agrega Willy, actual vecino de Flores donde vive desde hace 18 años.

“El lugar era un horror. Estaba lleno de herramientas rotas, algunos autos, bobinas, escombros y basuras de todo tipo. La rata más chica una vez rozó con el lomo el amplificador Marshall de Raúl y lo tiró. La única provisión de agua era un grifo que había en el patio”.

En tanto, Raúl no dudó en explicar que no tenían ni gas ni electricidad y hacían fuego con ramitas de los árboles de la cuadra para poder cocinarles a sus familias. “Cuando venía León Gieco a las reuniones de pre-producción teníamos que darle mate frío o hacer fueguito para calentar agua. Nunca olvidamos la cara que nos puso en ese momento y nos compró gaseosas para todos. El disco lo grabamos en Estudios Édison” explica el guitarrista, actual vecino de Flores.

A Flores para quedarse
Luego de su primer disco -al que llamaron ‘Los Tipitos’ y que produjo Gieco con su sello ‘Cañada Discos’- intentaron hacer un acuerdo con EMI para su distribución, pero no tuvieron suerte. El compacto no llegó a lanzarse comercialmente ni a sonar en las radios. “En 1999 Willy cobró una herencia de su abuela y con ese dinero produjimos un nuevo disco, al que llamamos ‘Cocrouchis’. Lo grabamos en Flores, en ‘Jardín Primitivo’, cerca de Av. Rivadavia, donde también ensayábamos. Ese compacto lo llevamos a la costa también y llenamos muchos shows. Luego regresamos a Buenos Aires y empezamos a trabajar con la disquera Pop Art, la cual hasta el día de hoy sigue firme con nosotros”, completa Raúl.

PRESENTACION
Los Tipitos presentarán en vivo sus más grandes éxitos y su reciente disco ‘Rock argentino’, el sábado 12 de mayo en el teatro Ópera Orbis. Se espera la presencia de artistas de la talla de: Rata Blanca, Fito Páez, Los Auténticos Decadentes, Alejandro Lerner y Turf, entre otros.