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Hospital Piñero: polémica por un mural en “homenaje a un niño por nacer”
En las últimas semanas fue enorme la polémica que se generó alrededor de un mural de la artista plástica Lisette Feider en el Hospital Piñero y de la decisión de los directivos de la institución de tapiarlo.
Escribe Dra. Natalia Rivarola
En las últimas semanas fue enorme la polémica que se generó alrededor de un mural de la artista plástica Lisette Feider en el Hospital Piñero y de la decisión de los directivos de la institución de tapiarlo. Miles de voces a favor y en contra se alzaron en las redes y la repercusión fue tal que los grandes medios nacionales e incluso varios internacionales cubrieron el acontecimiento, con títulos que evidencian posturas opuestas como “Insólita censura: en la Maternidad del Piñero tapian el mural de un niño en gestación” (Infobae) y “Reclamos por un mural antiderechos en el Hospital Piñero” (Página12). Si bien para algunos comenzó como un insulto al trabajo de la artista y un ataque a la libertad de expresión, la realidad es que la obra realizada en el hospital de Flores y las medidas que se tomaron luego con la misma pusieron nuevamente en el centro del debate un tema sensible que viene dividiendo a la sociedad: el aborto.
La artista finalizó a principios de diciembre tres murales en el Piñero. Ella misma había decidido donarlos y habían sido autorizados por los directivos de la institución. En uno de ellos -ubicado en el hall de espera- se ve a una madre con un niño; en otro -en la fachada-, a una mujer embarazada. El tercero – que actualmente se encuentra tapado – fue el que originó la gran polémica. Era un “Homenaje a un niño por nacer” (un feto en avanzado estado de gestación rodeado de flores sobre un fondo celeste, color del cual está hace años pintado el edificio) y se encontraba en la pared exterior del pabellón de Maternidad del Hospital.
En un primer instante, uno pensaría que es totalmente lógico que ese dibujo fuera pintado allí, donde diariamente llegan las futuras madres a tener a sus hijos. Sin embargo, también se atienden en ese lugar muchas otras mujeres por distintas razones, como complicaciones derivadas de la gestación, o pedidos de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en virtud de alguna de las causas que habilita el Código Penal.
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Las primeras reacciones apenas la obra quedó visible para el público fueron de elogios. Pero dos días después, Feider empezó a recibir de la misma dirección sugerencias de que había que modificar el dibujo. “Estamos teniendo muchos problemas”, fue lo que le dijeron. Sucedió que los propios trabajadores del Hospital a través de un comunicado solicitaron al director de la institución, Daniel Rivero, que “reconsidere esta propuesta artística en base a un proceso de mayor representatividad y legitimidad”. Para ellos, la obra resultaba “simbólicamente violenta” para aquellas mujeres gestantes que se encuentran en situaciones de riesgo para su salud y deben ser tratadas por ese motivo. El reclamo fue avalado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, la Red Nacional de Profesionales por el Derecho a Decidir, legisladores de distintos bloques y personal a cargo del ILE y de Salud Sexual Integral de decenas de hospitales y organismos de salud de la Ciudad, entre ellos el los hospitales Santojanni, Argerich, Penna, Fernández y Carrillo, el Consultorio Integral de la mujer, el Centro Asistencial Grierson y el Hospital de Morón. En el comunicado, argumentaban “que el mural expresa ideas y simbolismos que atentan contra la integridad y autonomía de las personas usuarias del Hospital y en particular de quienes transitan el pabellón en cuestión” y puede causar sentimientos de sufrimiento y malestar psíquico. Para los trabajadores del CeSAC de Flores, un organismo dependiente del Gobierno porteño destinado a la atención primaria de la salud, el mural “es un mensaje que busca desestimar la posibilidad de interrupción del embarazo, y que podría llegar a tener un impacto sobre las personas que vayan a atenderse por este tema”.
A raíz de los reclamos, el director del hospital tomó la decisión de que la obra fuera tapada. Incluso, fue retirado un agradecimiento público a Feider, que había sido publicado en las redes sociales. En este punto, la artista denunció censura y la pelea terminó enfrentando a dos bandos. Feider, que es militante contra el aborto legal, cuenta con el apoyo del Partido Demócrata Cristiano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que en estos días presentó, junto a la Organización Pro-Vida: “Más Vida”, un Recurso Administrativo contra la decisión del director de ocultar el mural. Si bien la artista expresó en una entrevista que nunca “se me pasó por la mente que fuera causa de un problema ideológico”, también aseguró que “ese mural deja en evidencia la dictadura ideológica y la intolerancia de un sector abortista que intentó jactarse de libertades y derechos”. Mientras que luego contó que ella ve el vínculo entre el Arte y el Movimiento Pro-Vida como “una misma cosa”. “Sin saberlo siempre fui pro vida. Mi obra gira en torno a nuestra condición humana y vulnerabilidad”. Ahora su “Homenaje a un niño por nacer” se convirtió en un símbolo de la campaña celeste, y se puede ver en remeras, pines y hasta calendarios de todo el país.
¿Se trató de una mera obra de arte inocente o la clara expresión de una ideología? ¿Cuál es la responsabilidad de las autoridades que permitieron la creación y posterior eliminación del mural? ¿Hubo censura? Lo cierto es que la libertad de expresión es un derecho constitucional fundamental para la democracia pero, como todo derecho, tiene límites, como el de no dañar a otro. En este caso, para los trabajadores de la institución, entra en conflicto con el derecho a la salud de todas las personas que circulen por el lugar. Cuál debe prevalecer es probablemente una discusión que va a depender de las posturas de cada uno. Lo que sí es seguro es que lo sucedido con la obra se terminó transformando en una discusión política alrededor de uno de los temas más sensibles que dividen a la sociedad y puso al hospital de Flores en el ojo de la tormenta.