Historia
El teléfono público de la Galería San José de Flores
Alfredo Velásquez es el encargado de limpieza de la Galería San José desde hace 11 años y colecciona teléfonos. Flores de Papel se acercó a dialogar con él acerca de uno de los pocos teléfonos públicos que todavía quedan en Flores.
Escribe Micaela Calabró
Hoy en día, con el uso masivo de los celulares y otros dispositivos electrónicos que fueron surgiendo producto de los avances tecnológicos, poco se habla de los teléfonos públicos, los cuales podían encontrarse hasta no hace mucho en las calles, galerías y distintos locales de la ciudad. Sin embargo, estos siguen muy presentes en la memoria colectiva de quienes llegaron a conocerlos y usarlos.
En la galería San José, bajando por la entrada de la calle Membrillar, todavía puede encontrarse uno de estos verdaderos símbolos de la escena urbana. Alfredo Velásquez, encargado de limpieza de la galería, nos invita a conocer un poco más sobre este teléfono que, a pesar de estar en desuso desde hace varios años, sigue llamando la atención y es visitado por transeúntes y los alumnos de los colegios del barrio.
– ¿Cuánto hace que trabaja en la Galería San José?
– Hace 11 años que estoy en la Galería.
– ¿Recuerda la llegada de los teléfonos públicos a la galería?
– Cuando ingresé a la galería a trabajar ya estaba el teléfono público. Todavía seguía en uso en ese momento y hasta el 2015 más o menos estuvo funcionando. Después se dejó de usar porque se había cortado la línea ¡Entonces quedó ahí como una reliquia en la galería! La gente pasa, se saca fotos con el teléfono y los chicos de hoy en día que prácticamente no los conocieron vienen a verlo con el colegio, les llama la atención.
– ¿Quién se encarga de su mantenimiento?
– No tiene un mantenimiento de Telefónica, que nunca lo retiró. El mantenimiento es nada mas pasarle un trapo o algo para mantener limpio el teléfono ¿No? Se va limpiando, pero está ahí a la vista del público.
– Claro, se mantiene como parte de la galería…
– Tal cual.
– ¿Podría explicarnos cómo funcionaba?
– Funcionaban con unas moneditas de 25 centavos que en la actualidad no están más y tenías dos minutos (depende la hora) para hacer un llamado, hablabas dos minutos y se iban poniendo monedas ¡Sino con unas fichas que mayormente se compraban en los kioscos!
– Los cospeles…
– ¡Claro! ¡Se usaba con eso! Después, como era el tiempo de monedas se usaba con monedas de 25 o 50 centavos y de $1, con lo cual duraba más la llamada. Si ponías $1 te duraba casi 10 minutos.
– ¿Tiene alguna anécdota, recuerdo, curiosidad para compartir con nosotros?
– Yo lo utilizaba mucho porque llamaba a la familia, los celulares eran muy pocos todavía ¿No? Y la gente se manejaba más con el teléfono público. Como anécdota, un día alguien marcó, no colgó bien el teléfono y limpiando se escuchaba lo que otro hablaba del otro lado (risas) ¡Era algo loco! ¡Porque no cortaron el teléfono! Uno quería decirles “Corta el teléfono” ¡Y nada! ¡Hasta que yo cortaba de acá y ahí finalizaba la llamada!
– ¿En su opinión ¿Estos teléfonos tienen algún valor todavía? ¿Qué es lo que los hace tan especiales?
– Justamente yo soy coleccionista de teléfonos viejos…celulares y demás. Me encantan porque se trata de algo que fue muy útil, como todas las comunicaciones de hoy en día. Además fueron evolucionando…Son especiales en realidad los teléfonos por la comunicación con la familia, fuera del país. Estaría bueno que se sigan manteniendo, hoy por hoy es todo celular, la tecnología avanzó mucho y bueno… ¡El teléfono público queda para el recuerdo de uno!