Ecobici: Marcha atrás con la remoción de estaciones

Escribe Dra. Natalia Rivarola

Enero fue sin dudas un mes convulsionado para el sistema Ecobici. A días de haber comenzado el 2020, se dio por concluido su proceso de ampliación: llegó al número de estaciones, bicicletas y barrios que se había planteado como objetivo. Sin embargo, tan solo dos semanas después el Gobierno porteño tomo una polémica decisión que alertó a todos los vecinos. Alegando baja demanda y demasiados robos y vandalismo, decidió retirar 20 estaciones, todas ellas ubicadas en el sur de la ciudad y cuatro específicamente en Flores. Sin embargo, el 30 de enero la Justicia le puso un freno a la medida que vulneraba el derecho a un trato igualitario de los vecinos y ordenó que las vuelvan a instalar.

A pesar de que el sistema de bicicletas de uso público se inauguró en la Ciudad hace nueve años, fue recién en mayo pasado que las estructuras color naranja llegaron al barrio. Ecobici comenzó a funcionar en nuestras calles gracias al plan de expansión que comenzó en febrero de 2019, luego de que se privatizara el sistema que hasta entonces era gerenciado por el Gobierno porteño.

Para ampliar la red y mejorarla se decidió concesionar el servicio durante diez años a la empresa brasileña Tembici, que sumó al Banco Itaú como sponsor. Para mantener el acuerdo, los nuevos administradores debieron comprometerse a extender el sistema y mantener la gratuidad del servicio. Y si bien dicho compromiso fue alcanzado a principios de este año -con seis meses de retraso-, no vino sin polémica detrás. “Hoy levantaron la estación de Ecobici de la plazoleta de Santander y Carlos Ortiz… ¿Alguien conoce los motivos?”, preguntó un vecino preocupado en las redes sociales el pasado 22 de enero. Resulta que solo dos semanas después de haber alcanzado la meta de llegar a 400 estaciones, se retiraron 20 en los barrios del sur. Las zonas afectadas fueron las Comunas 1, 4, 7, 8 y 9. Flores se vio perjudicado y vio cerrar sus estaciones de la mencionada plaza Brian Aguinaco en Santander 2347, la de Primera Junta 3101, la de Mariano Acosta 1801 y la ubicada en Crisóstomo Álvarez 2873. “Se trata de estaciones que tenían baja demanda y donde, además, se registraban hechos de vandalismo y robos”, justificaron desde el Gobierno porteño, y el revuelo no se hizo esperar.

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Cientos de vecinos lamentaron la decisión en las redes. Algunos criticando las políticas del Gobierno de Larreta y muchos otros expresando su indignación por los constantes hechos de inseguridad y falta de educación de quienes vandalizan los rodados. “Yo veo a pibes por acá que suben y bajan los cordones como si fueran de cross, van de a dos, ni hablar que van a contramano… mejor que las saquen”; “dejarlas para que las roben no tiene sentido”; “la gente las vandaliza, parecemos incivilizados”; “desde que las instalaron, cada vez que iba a buscar una bici estaba sin pedal, sin asiento o con el manubrio cortado con cortasierra”; “lamentablemente como sociedad nos falta crecer en valores y cuidar lo que tenemos”; “las desarman y venden las partes como repuestos”, fueron los comentarios que rápidamente se multiplicaron. Aunque muchos otros usuarios opinaron que se trataba de una clara discriminación a los barrios del sur y que se debería mejorar las seguridad para que se siga brindando el servicio: “Es difícil leer a vecinos que se alegran cuando están estigmatizando a todo un barrio y cuando nos están sacando beneficios”; “a Larreta no le alcanza para dar un servicio de seguridad como corresponde en la zona sur, así que además de seguir sin seguridad nos saca las bicicletas… ¿Y encima nos tenemos que sentir culpables nosotros?”; “prefieren que zonas como Palermo, Belgrano, Núñez, tengan más bicis que los de la zona sur de la capital”; “tienen que achicar presupuesto y, como siempre, empiezan por los más pobres usando las excusas de siempre”; “es una pena que solo hayan quedado Ecobicis en ciertos barrios … ¿allí no hay vandalismo? que pongan cámaras, vigilancia… ¡todos tenemos derecho al mismo beneficio!”, expresaron indignados.

Lo cierto es que no se puede negar que los robos y los hechos vandálicos existen. Según información que llegó a este periódico, en zona sur desaparecieron alrededor de 1.700 bicicletas, y en los últimos tres meses se robaron 70 baterías de los paneles solares, las cuales cuestan $9.000 cada una. Así como en reiteradas ocasiones se pudo ver en plazas y parques del barrio a jóvenes usando inadecuadamente los rodados. Sin embargo, esto evidencia también una deficiencia en la seguridad que el Gobierno porteño debería brindar. En este sentido los comuneros del Frente de Todos repudiaron en un comunicado la decisión de eliminar las estaciones sosteniendo que “si efectivamente existieran estos actos delictivos, es precisamente el Estado quien debiera garantizar las condiciones necesarias para evitarlo y que los vecinos puedan gozar del servicio sin complicaciones”.

Pero tanto revuelo tuvo sus frutos. El 28 de enero, Mariano Recalde, senador nacional del Frente de Todos, junto a usuarios del servicio de Ecobici, decidieron presentar una acción de amparo en la que exigieron que el gobierno porteño restituya las 20 estaciones que fueron eliminadas. Y el jueves 30 la Justicia resolvió que se restablezca el servicio en los puntos perjudicados.
El amparo que presentó la oposición solicitó “la habilitación de la feria judicial y el dictado de una medida cautelar, consistente en la suspensión de la medida”. “Dado que la decisión del Gobierno de la Ciudad nos ha quitado parte del servicio, nos vemos afectados en el acceso igualitario al servicio público de transporte y por ende al derecho a la movilidad, derecho que debería estar garantizado a todos los vecinos y usuarios sin distinción de zonas”, argumentaron. El Juzgado de 1° Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario de Feria N°3 resolvió habilitar la feria judicial, “ordenar al GCBA que se abstenga de remover o alterar el servicio de estaciones automáticas de Ecobici en la zona sur de la Ciudad” y que garantice su debido funcionamiento.

Ahora solo resta esperar para ver si el Gobierno porteño acata el fallo y además mejora el servicio, ya que, a pesar de no haber pasado ni un año desde la expansión, es objeto de numerosas quejas diariamente por el mal funcionamiento de la aplicación y, sobre todo, por la escasez de rodados disponibles, que evidencia, a pesar de lo que argumenta la Ciudad, la alta demanda que tiene el sistema en el barrio.