Centro de Trasbordo y la drástica caída de los comercios de la zona

Escribe María Martínez

Una de las obras más ambiciosas del barrio de Flores se concretó. Más de 55 mil personas disfrutan de la comodidad, velocidad y de los servicios ofrecidos por la nueva terminal de transferencia.

Los medios porteños de la Ciudad de Buenos Aires se hacían eco de la novedad.“Seguimos apostando a la prioridad del transporte público. Con las obras del Centro de Transbordo Flores vamos a mejorar la calidad de vida de 55.000 personas todos los días. A partir de agosto, van a poder viajar mejor, con lugares de espera más cómodos y cruces más seguros”, enfatizaba orgullo por aquel entonces dijo Juan José Méndez, secretario de Transporte de la ciudad.

Su inauguración, el 1 de septiembre de éste año, fue anunciada con destellos de colores por considerarse una de las estaciones de trasbordo más grandes de la Ciudad.

Las estadísticas indican que el mismo ordenó el caos de las zonas muy transitadas, con grandes movimientos vehiculares y cuyos carriles sufrían constantemente embotellamientos o problemas de tránsito.

Con 22 mil transbordos diarios gracias a sus carriles de circulación por sentido para las 22 líneas de trasporte público que circulan por el lugar, los vecinos se muestran satisfechos.

Hoy a casi tres meses de la novedad hay un sector que no celebra los cambios, los comerciantes de la Avenida Rivadavia, cuyas cuadras están comprendidas entre la Avenida San Pedrito y la Plaza Flores.

El 9 de mayo de 2017, el periódico Flores de Papel había anticipado la preocupación de los comerciantes ante la incipiente aparición del entonces futuro Metrobus.

El futuro llegó y Flores de Papel inició un recorrido nuevamente por la zona para conocer cuáles fueron los comercios afectados, las estrategias de venta para solventar la caída y la actual situación de los comercios luego de la llegada del mini Metrobus.

“Todos celebran menos nosotros…la caída fue de un 30 y hasta 40% en los que refiere a las ventas de productos que antes salían como agua…Esto nos lleva a tener que despedir gente porque la situación se vuelve casi insostenible.” Admite con cierto dejo de tristeza el propietario del kiosco Chelitos Food Fast.
En julio de 2015 se inauguró el Metrobus Norte.

Un acontecimiento tan esperado pero que instaló la polémica del perjuicio del mismo a los comerciantes de la zona. “Una cuestión lógica de marketing visual que no tiene que ver con demasiado análisis…” enfatizó Luis Rojas, vecino del barrio de Flores y Licenciado en Marketing estratégico.

La experiencia de los comerciantes cercanos al Metrobus Norte fue suficiente para alertar que lo que se venía en Flores era precisamente la repetición de la escena.

¨Nosotros consideramos que la venta cayó más de un 40%, no solo por la economía nacional que sabemos que esta brava en todo el país, sino porque a esto se suma la llegada del metrobus en la zona. Yo vengo de un local de Cabildo que se cerró. Allá pasaba lo mismo¨ me relata Mariana de la tienda de ropas Orix mientras acomoda la mercadería.

La sensación de cambio parece haber llegado para quedarse en el barrio de Flores.

Los sectores más afectados fueron los kioscos y aquellos que dependían de una vidriera. La exposición de la mercadería dejó de ser vista y por ende el consumo disminuyó. Sin embargo el golpe de la crisis fue menos evidente para los locales de la vereda izquierda que los de la derecha.

¨La gente todavía mira para éste sector mientras espera el colectivo. Quizás no tengan la misma visión que antes pero al menos miran…los que verdaderamente están complicados son los de la vereda de enfrente, aunque decirte a estas alturas que como comerciante esto no me afectó seria mentirte¨ manifestó el encargado de uno de los kioscos del tramo que recorre el Metrobus.

El tramo comprendido entre la Avenida San Pedrito, Nazca y la Plaza flores cambio drásticamente. Una de las zonas con más movimiento económicos después de la calle Avellaneda se enfrenta a la realidad de la pérdida masiva de clientes.

“Para nosotros la venta surgía de la visualización de las vidrieras, que hay ya no haymucha ente
¨¿Me preguntas si pensamos alguna estrategia para solventar la pérdida? ¿Qué te puedo decir querida…vos crees que se puede hacer algo o luchar contra esto? Me pregunta irónico Horacio Costa, esperando alguna respuesta orientativa de mi parte. ¨La gente simplemente ya no mira acá, no transita la vereda y eso represento una caída drástica en el consumo diario¨

Observar el movimiento del tramo comprendido entre la Avenida San Pedrito y Plaza de Flores hace apenas 6 meses atrás era ver un cúmulo de personas caminando lentamente y deteniéndose en cada vidriera colorida .Estilos, colores, moda, diseños, deliciosos pasteles, artículos de decoración, carteras, bolsos y panchos al paso formaban parte de escenario diario. Dejar el celular de lado para perderse en las ofertas del día era una obligación.

“La línea 85 tenía antes la parada enfrente de mi local. Es una línea que traía un gran influjo de gente al local….y bueno…después con el metro bus el influjo cayó severamente y esto afectó directamente el bolsillo” me cuenta Horacio Peñaloza, encargado del local de ventas de instrumentos musicales Luroch.
Con el entusiasmo joven y encarador, Peñaloza me cuenta que pretende proponer como idea a los demás comercios afectados una alternativa que mejore la visual de las personas. Esto significaría un aumento de tamaños, formas, escaparates de colores, letras más llamativas y una vidriera mucho más ruidosa visualmente.

“El problema es simple, que la gente ya no mira las vidrieras. Ya no se detiene…Por eso la cuestión a resolver es estética y visual. La propuesta pasaría por buscar una alternativa visual que capte la atención de las personas más que antes…Esto para comenzar…después bueno ir probando otras alternativas pero la propuesta inicial es arrancar con esto”
Controversias
En un rincón casi en las esquinas que unen Rivadavia con Pedernera un puesto de flores llama la atención. “Antes no me veían porque había un amontonamiento de personas que hoy ya no hay…pero siempre estuve acá” me cuenta Luis, el dueño del puesto. “El amontonamiento de personas no siempre significa que haya ventas….y eso era lo que ocurría antes” continua Luis.

La mirada negativa de los comerciantes respecto a la llegada del metrobus son suavizadas en algunos sectores de ventas y accesorios de celulares, los cuales se vieron favorecidos por la seguridad y la posibilidad de poder lucir sus carteles luminosos.

”Particularmente siento que la etapa de la construcción nos afecto más que la finalización. La venta no se mide por su presencia sino por la gestión que hizo cada uno, la búsqueda de nuevas formas de atraer la atención… “ me cuentan relajados Jonatán y Johana del local TecnoCompro.

¨Antes había muchos vagos tirados en la vereda, hoy se cruzaron al sector del metrobus y eso aligero el paso. Particularmente creo que la llegada trajo un alivio para ciertos sectores. Hay más seguridad e iluminación, siento más ordenado el paso y eso me agrada no solo como vecina sino también como comerciante. ¿La caída de las ventas? Si, existe, no es un mito pero se debe a la realidad economía del momento. No podemos culpar al metroBus de esto.¨ se expande Rosana de la tienda Menta.

Así a pesar de la superioridad de opiniones negativa respecto a la incidencia del metrobus en los comercios, algunos adhieren a la idea de progreso, seguridad y comodidad para todos. Realidad económica general o un fracaso anticipado?