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¿Qué vale la pena discutir?
¿TODO ES DISCUTIBLE?¿Es un mérito decir que podemos disentir o acordar todos los temas? Esta libertad de decidir todo permanentemente; lejos de generar paz, causa más confusión y ansiedad.
Escribe el Pastor Justo Janse (*)
VIVIMOS EN UN MUNDO CONTROVERSIAL. Este fenómeno afecta las redes sociales. En Facebook todo se discute y muchas veces de la peor manera. Una red para encontrar amigos se ha convertido en un medio para hacer enemigos.
¿TODO ES DISCUTIBLE?¿Es un mérito decir que podemos disentir o acordar todos los temas? Esta libertad de decidir todo permanentemente; lejos de generar paz, causa más confusión y ansiedad.
¿CÓMO INTERACTUAMOS EN ESTA REALIDAD? No podemos evitar ser afectados por la realidad social. Pero tampoco podemos renunciar a nuestro rol de cristianos como sal y luz ni escondernos a opinar en el sótano de la iglesia. Pablo advierte: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2).
Del mismo modo que una persona que sale a la calle entra en contacto con gérmenes que amenazan su vida y necesita tener bien su sistema de inmunidad; un cristiano que sale al mundo requiere estar preparado para resistir la presión social espiritualmente. Ha sido un intento vano para la iglesia aislarse de la mundanalidad. La iglesia no puede ser ajena de la realidad. Debemos tener injerencia en lo que pasa; pero debemos respetar las decisiones de los demás aunque sean equivocadas porque Dios les ha dado esa libertad. Eso no significa que esté bien ni que tenga consecuencias dolorosas.
1. EXISTE UNA BASE FIRME COMO ROCA: CRISTO. Su Palabra es para los cristianos. Los que hemos elegido a Cristo. El que no le obedece, no está cimentado en la Roca. No corresponde imponer una ética cristiana a quien no lo es. Cristo es el ejemplo y autoridad para definir la conducta de sus seguidores. Para quienes no le aceptan, nuestra ética les es ajena. Cuando le reconozcan como Señor, recién desde allí será su referente válido. “Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (S. Juan 20:31).
NO NOS DEBERÍA SORPRENDER QUE PUEDAN CUESTIONAR NUESTRA FE. Jesús en la última bienaventuranza nos advierte que van a criticar nuestra fe como les sucedió a los profetas. Y como a nuestro mismo Señor; hay cristianos en muchos lugares del mundo perseguidos. Por lo que Pedro también anticipa que estemos preparados para defender nuestra fe: “15 Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. 16 Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo, se avergüencen de sus calumnias.” (1 Pedro 3:15-16)
2. LA REVELACIÓN DE DIOS: SU PALABRA. La Biblia, es la única fuente de fe y práctica para el cristiano. Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: hagan discípulos enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado.” (Mateo 28.18a,20).
¿CUÁL FUE EL PROBLEMA DE ADÁN Y EVA? Cuando Satanás tentó a Adán y Eva en el Huerto de Edén (dónde tenían todo), usó como estrategia poner en duda el sentido de la Palabra de Dios. Ellos dudaron y cayeron en desobediencia. No creyeron en Dios y perdieron el paraíso. Pero cuando la serpiente en el desierto (donde no había qué comer) pone a prueba a Jesús tres veces tergiversando la Palabra de Dios, Jesús respondió con la Palabra contundentemente. Hoy el Diablo también dice: “¡Tirate! Dios te ama, después todo se arregla.” Y nos hacemos pedazos.
La clave es si aceptamos o no la autoridad de Dios en la propia vida. Por esto es que Santiago dice: “la fe sin obras es muerta”. La fe se demuestra por obras de una vida transformada por la presencia de Dios que guía nuestras decisiones y su Palabra es referencia. Así, la Biblia es para corregirnos y prepararnos para toda buena obra.
3. EL EJEMPLO DE VIDA: COHERENCIA. Nuestro discurso o nuestro ejemplo de amor para que puedan creer. La cuestión moral es un desafío para los que son espirituales: “El que piensa estar firme, mire que no caiga” advierte Pablo. Jesús confrontó a los maestros de la ley por poner pesadas cargas que ellos no tocan con un dedo. Por ser sepulcros blanqueados y vivir una ética exhibicionista que en la intimidad del corazón no había nada (como en tiempo de Isaías que le honraban de labios pero su corazón estaba lejos de Dios).
¿SE PUEDE DISCUTIR DE TODO Y CON TODOS? Jesucristo sostenía controversias. De hecho, muchos de sus discursos públicos eran debates con los líderes religiosos contemporáneos en Palestina. Ellos no estaban de acuerdo con él, y él a su vez disentía de ellos. Indudablemente nadie ha impactado tanto la cultura de todo el mundo como nuestro Señor quien evitaba la confrontación estéril enseñando con parábolas ayudando a la reflexión y cuando le preguntaba para hacerle caer, daba respuestas sabias que le involucraba personalmente a su interlocutor.
YO SÉ EN QUIÉN HE CREÍDO: Pablo discutía todo el día en Roma (Hechos 28); pero al final, a Timoteo le recomienda no discutir sobre opiniones que dividen ni con legalistas que no cambian. “11 De este evangelio he sido yo designado heraldo, apóstol y maestro. 12 Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado. 13 Con fe y amor en Cristo Jesús, sigue el ejemplo de la sana doctrina que de mí aprendiste. 14 Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado.” (2Timoteo 1.11-14).
(*) Pastor de la Iglesia Evangélica de Flores | Boyaca 67