Autos secuestrados de la Comisaría 38 complican a los vecinos

Esto ocurre en Rivera Indarte al 800, donde justo debajo de la autopista se encuentra la playa de estacionamiento de autos judicializados de la Comisaría 38. Y es que el depósito donde los autos esperan volver con sus dueños, ser rematados o bien terminar compactados, está colapsado –aunque aseguran que para los vehículos de los “policías de rango del barrio” sí hay lugar-, lo que genera un gran número de inconvenientes. Entre ellos, los vecinos de la zona hacen referencia a la acumulación de basura debajo de los mismos, que es muy difícil de limpiar. Así, pronto, el lugar se convierte en un gran basurero que genera desechos, olores y la llegada de roedores. A esto se suma el riesgo para el medio ambiente, ya que los autos detenidos (en especial los chocados) tienen pérdidas de fluidos.

Además, la situación dificulta enormemente el paso de los vecinos. “Ya no podemos transitar libremente. Una silla de ruedas no pasa y personas con pocas capacidades motrices al igual que los coches de bebés tampoco, y esto hace que se tenga que dar toda una gran vuelta o arriesgarse a ser pisado por un auto al transitar por ahí debajo”, asegura el vecino del barrio Pablo Granadas.

Pero estos no son los únicos problemas que sufren los que viven por esta zona a raíz del colapso de la playa de estacionamiento. El año pasado, debido a los cortes de luz, Edesur puso nuevas centrales de distribución de energía eléctrica y cambió todos los cables. Hace unas semanas estuvieron tres días sin luz por una falla en estos transformadores y los empleados de la empresa no podían repararla porque la policía había dejado autos en la vía pública sobre las tapas. “A la gente de Edesur se les hacía imposible reparar la falla
porque esos autos no se pueden mover, la policía dice no tener grúas”, explica el vecino, quien además fue informado por dicho personal del peligro que conlleva que estén ubicados allí porque si el transformador que quedó debajo se incendia puede prender fuego todos los autos cercanos.

Los vehículos no se pueden retirar hasta recibir una autorización de la Justicia. El juzgado que lleva una causa, sobre todo en choques o asaltos, pide preservar el auto como elemento de prueba y es por eso que muchas veces el mismo es presa de la lentitud del proceso.

Mientras tanto, los autos decomisados se siguen amontonando en el barrio. Un problema al que las autoridades parecen no encontrarle solución.