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Unidos es mucho mejor

Escribe Pastor Justo Janse

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Escribe Pastor Justo Janse

Navidad es un tiempo para estar en familia. “Mejor solo que mal acompañado” es una pésima justificación para el que fracasa en sostener una relación familiar. En la Biblia, un sabio escribió: “9 Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. 10 Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!

11 Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse? 12 Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!” (Eclesiastés 4:9-12, NVI). La primera frase tiene distintas traducciones y todas se enfocan en algo positivo:
Más valen dos que uno (no se suma, se multiplica el valor de cada uno como partes de un todo superior).
Mejor son dos que uno (es beneficioso para ambos y también para los demás).
Mejores son dos que uno (cada uno es mejor junto al otro, se potencian mutuamente).
Es bueno dos, antes que uno sólo, su trabajo será bueno (se hacen bien y hacen lo bueno juntos, en un sentido ético más que monetario).

1. LA UNIÓN RINDE MÁS FRUTOS (V 9) “Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo.”
Fructificar es importante. El primer mandato de Dios es suplir para nuestras necesidades fructificando la tierra. Fue un mandato para ambos (no le dijo al hombre andá a trabajar y la mujer que lo espere al final del día con un matecito). Para lograrlo nos ha dado la tierra, la semilla y la capacidad de trabajar (sin que esto represente una maldición pues era antes del pecado).

De hecho el mandato es uno sólo, como un combo: “fructificad y multiplicaos” (y en ese orden para no pasar hambre). Desarrollar el concepto de “lo nuestro” afirma el compartir todo lo logrado con alegría. No será tan importante cuánto gana cada uno sino la complementación en los esfuerzos y el disfrute en común.
Jesús dijo: “mi Padre todavía trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17). Pablo llega a afirmar: “el que no trabaja tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3:10). Aun es importante producir para compartir con el necesitado: viuda anciana, niños huérfanos, o el refugiado extranjero (Efesios 4:28).

2. LA UNIÓN PROTEGE EN LA DEBILIDAD (V 10) “Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!”
La imagen es de dos viajeros. Anticipar las contingencias es importante. No se puede emprender la marcha y pretender llegar sin asumir los riesgos del camino. Tal como lo hacen los alpinistas, estar amarrados ante el riesgo, permite disfrutar del ascenso aunque sea resbaladizo.

Pablo también afirma al hablar del camino cristiano: el que piensa estar firme, mire que no caiga. Pero si cae, necesita ser levantado por alguien con fortaleza espiritual (Gál 6.1).

3. LA UNIÓN DA NUEVAS ENERGÍAS (V 11) “Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse?”
Una casa cálida no tiene que ver con la temperatura ambiente. Hallar cobijo o un lugar “acogedor” describe la comodidad al alma y un lugar de resguardo al que deseamos regresar al final del día de trabajo.
El buen descanso es importante. En tiempos en que no había aire acondicionado ni buena calefacción, el dormir juntos como familia era una costumbre común. Aun con los animales en un nivel inferior de la cabaña.
4. LA UNIÓN HACE LA FUERZA (V 12) “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!”

Esto parece una verdad innecesaria pero no es redundante en un tiempo de egocentrismo. Es mejor “el Juntos podemos” que el “yo puedo”.

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Circunstancialmente decir “Te necesito” no es egoísta, es ser humilde. Pablo al hablar de la unidad de la Iglesia como cuerpo de Cristo nos advierte que no le debemos decir al otro “No te necesito”.
Unirse implica una necesidad que se suple en la ayuda mutua. No es dependencia de uno que se considera “débil” al otro que se cree “fuerte”. Ambos son fortificados y potenciados al estar unidos. Ambos cumplen su propósito en la vida y no uno a expensas del otro.

CONCLUSIÓN: UNIDOS ES MUCHO MEJOR
Distribuir el fruto es bueno (NECESIDAD); Compartir la cosecha es mejor (IGUALDAD).
Ayudar es bueno (DEBILIDAD); Fortalecerse es mejor (CRECER).
Dar es bueno (MATERIAL); Entregarse es mejor (PERSONAL).
Juntos es bueno (CIRCUNSTANCIAL); Unidos es MUCHO mejor (TODO TIEMPO).
“No es bueno que el hombre esté sólo” dijo Dios en el Edén. El hombre cuando está solo tiene la sensación de impunidad; cuando nadie lo ve, puede hacer cualquier cosa pensando que “no es malo robar; lo malo es que te descubran. No está mal ser infiel, mientras tu mujer no se entere”. Es allí cuando se cambia la ética por la estética. Parecer bueno es más importante que serlo. “Es una mala persona” es lapidario. Y nadie quiere estar mucho tiempo con malas personas porque tarde o temprano te lastiman. Si vamos a exigir al otro, debemos darle lo mejor. Puedes elegir a Dios como guía. Él nos transforma desde lo más profundo del alma, renueva la forma de pensar y cambia nuestro modo de vivir y de convivir. ¡Felices fiestas en familia!

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