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Un llamado a la oración por las autoridades
Escribe Pastor Justo Janse
No podemos dejar de reconocer que la Palabra de Dios nos llama a la oración por todos los hombres (pues todos pueden afectar nuestra vida), por los que tienen un cargo de función política (gobernadores y presidente) y por las autoridades (padres, maestros, periodistas, y a quienes reconocemos por su credibilidad), señalando algunos elementos a tener en cuenta:
INSTRUCCIONES SOBRE LA ORACIÓN
“1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, 2 por los reyes y por todos los que tienen autoridad, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
3 Esto es bueno y agradable delante de Dios, nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad, 5 pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
7 Para esto yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles en fe y verdad. Digo la verdad en Cristo, no miento.
8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.” (1Timoteo 2.1-8)
LA UNIVERSALIDAD DEL EVANGELIO
Recordemos el propósito de Dios: no se trata que sólo vos te salves, o que la Argentina se salve. Jesús dijo “el Reino de los cielos se ha acercado” y “mi reino no es de este mundo”. Aun así, lo mataron acusándole “quiso ser rey de los judíos”. Pedro dijo nuestra ciudadanía está en los cielos.
Si al orar nos agotamos en nosotros mismos, es porque no entendimos que la oración debe ser generosa: Se ha de hacer por todos los hombres pues Dios es el Salvador que desea que todos los hombres se salven ya que Jesús dio su vida en rescate por todos.
El Evangelio incluye a los de arriba y los de abajo; incluye a buenos y malos y abraza a los cristianos y a los no cristianos.
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LA MANERA DE ORAR. Cuatro palabras diferentes para la oración:
– Peticiones: reconocer un sentimiento de necesidad.
– Oraciones: a diferencia de la anterior, nunca se usa nada más que en relación con Dios.
– Ruegos: tener una conversación íntima con una persona; luego adquirió un significado especial, el de entrar a la presencia de un rey para someterle una petición.
– Acciones de gracias: muchos de nosotros practicamos la oración como un ejercicio de quejas, cuando debería ser un ejercicio de gratitud.
¿QUÉ LE PEDIREMOS A DIOS?
Muchas personas tienen cargos y poder más allá de nuestro gusto, pero tienen influencia social.
Si Ud. tiene la posibilidad de asumir una tarea comunitaria, no será perfecto, pero dé lo mejor. Acepte su responsabilidad y pida que oren por usted. Como hijos hemos sido crueles demandando una perfección que no somos capaces de dar.
«Una vida tranquila y reposada» Ésa era la oración por liberación de guerra, de rebelión y de cualquier cosa que inquietara o disturbara la paz del reino.
«Una vida que se vive en piedad y reverencia» La piedad describe reverencia tanto para con Dios como para con el hombre, esa actitud de la mente que respeta al hombre y honra a Dios. La reverencia percibe toda la vida es un acto de culto; toda la vida se vive en la presencia de Dios; se mueve por el mundo, como ha dicho alguien, como si fuera el templo del Dios vivo. Nunca olvida la santidad de Dios ni la dignidad del hombre. RV traduce “HONESTIDAD” integridad (sin fisuras) coherencia (sin doblez) Pedimos amor y justicia que implica ejercitar la misericordia al necesitado y la gracia al pecador con sabiduría celestial.
GRANDES VERDADES DE LA FE CRISTIANA que nos alientan a quien dirigirnos en oración:
– Hay un solo Dios: Dios sí Existe. No hay dos (uno bueno y otro malo), ni tampoco hay muchos dioses.
– Hay un solo Mediador: El hombre no tiene acceso directo a Dios.
– Hay un solo Redentor: Jesús es «el Que dio Su vida en rescate por todos»
BARRERAS PARA LA ORACIÓN
– El que ore debe extender manos santas. La Iglesia Primitiva adoptó la actitud judía para la oración, que era de pie, con los brazos extendidos y las palmas hacia arriba. Más tarde Tertuliano había de decir que ésta reflejaba la postura de Jesús sobre la cruz.
– El que ore no ha de tener ira en su corazón. «Así también Mi Padre celestial hará con cualquiera de vosotros que no perdone a su hermano de todo corazón» (Mat_18:35 ).
– El que hace oración no debe tener dudas en la mente. Antes que una persona pueda echar mano de la gracia de Dios debe creer en esa gracia. Debemos dirigir a Dios nuestras oraciones en completa confianza de que Él escucha y contesta la oración.
Por eso orar es tan difícil. Nos involucraremos en la oración comprendiendo lo que Dios espera de nosotros al orar y cómo esperar en Dios.
ORACION POR LOS QUE TIENEN AUTORIDAD
«Tú, Señor y Maestro, has dado a nuestros gobernantes y autoridades el poder de soberanía en Tu poder excelente e indiscutible, para que nosotros, conociendo la gloria y el honor que Tú les has dado, nos sometamos a ellos en todo aquello que no se oponga a Tu voluntad. Concédeles, por tanto, oh Señor, salud, paz, concordia, estabilidad, para que administren sin falta el gobierno que Tú les has dado. Porque Tú, oh Dueño soberano, Rey de los siglos, das a los hijos de los hombres gloria y honor y poder sobre todas las cosas que están sobre la Tierra. Dirige, Señor, su consejo de acuerdo con lo que consideras bueno y agradable, para que, administrando el poder que Tú les has dado en paz y benevolencia con piedad, obtengan Tu favor. Oh Tú, que eres el único capaz de hacer estas cosas, y cosas incalculablemente mejores que estas por nosotros, te alabamos mediante el Sumo Sacerdote y Guardián de nuestras almas, Jesucristo, por medio de Quien la gloria y la majestad sean dadas a Ti tanto ahora como por todas las generaciones y por siempre jamás. Amén» (1 Clemente 61. Fragmento de la primera Carta a la Iglesia de Corinto que escribió Clemente de Roma hacia el año 90 d C. cuando el salvajismo de Domiciano estaba todavía reciente en el recuerdo).