Reunión de Larreta con vecinos de Flores

Escribe Santiago Nuñez

Hace unos días, Horacio Rodríguez Larreta tuvo una reunión con vecinos de Flores y de la Comuna 7. El evento se llevó adelante en el Club Pedro Echague a las 9 de la mañana. Asistieron alrededor de 150 vecinos.

El Jefe de Gobierno estuvo acompañado por el Legislador porteño Juan Pablo Arenaza, la Diputada Nacional Alicia Besada y el Presidente de la Comuna 7 Guillermo Peña.

Los parroquianos fueron invitados para hacerle preguntas y mostrarle sus inquietudes a Larreta. La dinámica consistió en un micrófono que giraba para todo aquel que quiera opinar o preguntar.

Arenaza dio inicio a la reunión, puesto que el Jefe de gobierno llegó pasadas las nueve y media debido a una entrevista radial. “Soy del equipo de Horacio”, dijo el Legislador, sin nunca nombrar el apellido del primer mandatario.

Los problemas planteados por los vecinos fueron muy variados. Algunos mostraban malestar por la desaparición de rampas en la Avenida Rivadavia. “Estamos haciendo la puesta en valor-respondió Larreta. Se anuló la rampa porque se está elevando la calzada”, y agregó: “Estamos haciendo rampas por todos lados. Seguramente hay muchas por corregir”.

A su vez, Sergio, vecino de la Avenida Alberdi, planteó que muchas personas de la zona recibieron una cédula de expropiación de vivienda fruto de un viejo proyecto de ensanche de Alberdi, pero que las viviendas nunca fueron tazadas y que no saben cuál es su situación. “Por ejemplo, tenemos cortado el gas en el PH donde yo vivo. Pero no sabemos si hacer una inversión o no por si esto va a ser demolido”.
Larreta dijo que la situación era una “expropiación a mitad de camino” y que están trabajando en una reforma del código de planeamiento para normalizar la cuestión.

Algunos vecinos de Condarco y Rivadavia mostraron también su descontento por un restaurant que no tiene chimenea a los cuatro vientos. “Comemos pescado desde las 6 de la tarde”, dijeron, y también plantearon la existencia de boliches sobre Rivadavia sin las condiciones sonoras correspondientes. A su vez, hubo quejas acerca de la suciedad de la zona de Medalla Milagrosa. “Limpiamos 3 veces por semana”, se defendió Guillermo Peña.

El Jefe de Gobierno reivindicó, frente a una pregunta, el rol de la nueva Plataforma Digital de Consorcios Administrativos. “Queremos que la relación con el administrador sea más transparente”, indicó.

Un trabajador de fletes le marcó a Larreta el caos de tránsito y la imposibilidad para estacionar en la zona comercial de la Avenida Avellaneda y criticó a las fuerzas de seguridad del lugar. “O son ineptos o viven en Puerto madero”, exclamó. La frase enojó al Jefe de Gobierno, quien indicó que la Policía no está para hacer multas sino ante todo para vigilar posibles hechos delictivos.

Otro de los temas tratados en la reunión fue el de los autos abandonados en la ciudad, que lógicamente está presente en Flores. “No hay donde ponerlos”, explicó Larreta, quien argumentó que para destruirlos se necesitan órdenes judiciales, cuyos trámites son lentos. Y la otra solución puede ser peor que el problema. “Si pongo un cementerio de autos abandonados acá al lado, ustedes me matan”.

Una señora se mostró molesta porque le llegó a su hogar un aviso de incumplimiento con los requerimientos de la Ley de Control de Fachadas. “Yo-expresó- hace tres años hice los planos de mi casa nuevos”. Larreta explicó que eso se hace por seguridad, aunque a veces las autoridades se excedan en la rigurosidad del control. “Hay que ver cada caso particular. A veces los inspectores van más allá de lo que deberían. Hay que acercarse a la Comuna”.

Por último, el Jefe de Gobierno trató el tema de la seguridad. “Estamos haciendo un esfuerzo para sacar más policías a la calle. No les voy a prometer una solución mágica pero estamos mandando gente que hacía trabajo administrativo en las comisarías”. Indicó Larreta que cambiaron la mayoría de los teléfonos de los efectivos, para evitar distracciones. Confesó que había un atraso en la formación de los policías, proveniente, según él, del momento en el que la fuerza no dependía de la Ciudad.

Alrededor de las 11 culminó el evento. Larreta dio las gracias y prometió que volvería pronto a nuestro barrio. Sin embargo, eso no alcanzó y demoró unos quince minutos para trasladarse al auto que lo esperaba en el frente del Club, dado que los vecinos le pedían desde selfies, le entregaban sobres y hasta le solicitaban soluciones express.