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El mal estado de las veredas en lugares históricos de Flores
Las calles rotas o deterioradas son una problemática general de la Ciudad de Buenos Aires y de Flores. No obstante, cuando esta situación se replica en los alrededores de edificios históricos del barrio el tema asume una gravedad mayor.
Escribe Santiago Nuñez
El edificio de Rivadavia y Culpina tiene arbustos y plantas arriba del cartel que dice “Sede Comunal 7”. Muestra el verde y demás colores de fauna alrededor de los ventanales, a los costados del escudo viejo que dice “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”. La presentación de la puerta y ese sector de la calle lucen muy bien. La vereda está casi intacta y la presentación del lugar se encuentra en buen estado.
No obstante, esta es una excepción: una enorme cantidad de edificios históricos del barrio de Flores tienen las veredas rotas y en muy mal estado. Este es un tema de gravedad puesto que su valor histórico se ve deteriorado si la el ambiente a su alrededor no se encuentra en las mejores condiciones.
Lógicamente, la cuestión del estado de las veredas es un problema a nivel general, al punto de que siempre sale alguna cuestión de ese estilo en las reuniones de vecinos. En general, el argumento que se presenta a la cuestión es que las empresas de electricidad han roto las calles para arreglar las fuentes de energía.
No obstante, su situación en edificios con vigencia histórica en el barrio demuestra la poca importancia que se le da al asunto.
En la Plaza Flores, por ejemplo, la vereda tiene agujeros y algunas de las divisiones de las baldosas se doblan hacia arriba, generando grietas y altibajos en la vereda. Baches similares aparecen en el pasaje Hugo del Carril, a pocas cuadras de la Plaza, atrás de la estación. Allí, a su vez, prima la suciedad: botellas tiradas, papeles en el piso. A su vez, hay zócalos de vereda rotas y tiradas a un costado.
Algo parecido se ve en los alrededores del Cine Atlas, “La Mansión” de la calle yerbal y el ex teatro Fénix, con parte de la calle rota en las entradas de ambos lugares. Un gran bache enorme de baldosas rotas se ve, a su vez, en la entrada de Ramón Falcón de la Galería San José de Flores, así como también en la histórica casa de Baldomero Fernández Moreno, en Francisco Bilbao 2384. Incluso, la vigente casa del Papa Francisco en Membrillar al 500 tiene rota parte de la rampa que da a la calle.
El estado de las veredas es un elemento importante para Flores y sus vecinos. Que esta mala situación se replique en lugares importantes de nuestro barrio atenta contra su historia y vigencia. Si esa situación no se corrige, hay roto algo más que un par de baldosas.