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Los postes de madera de Flores: Contaminación visual y riesgo

El cableado de las calles de la Ciudad y del barrio es todavía sostenido por palos en estado de deterioro que le quitan estética al ambiente y se encuentran en constante posibilidad de caída.

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Por Santiago Nuñez

“Estamos en el siglo XXI, en la ciudad de Buenos Aires y aún las empresas de servicios, sobre todo las de cable, siguen teniendo la gran parte de su tendido por medio de postes que generan contaminación visual”. El mensaje apareció en la página del gobierno de la Ciudad en el marco de la llegada de propuestas del BA Elige, el programa para que los vecinos envíen ideas para mejorar las calles de CABA. El vecino pedía “imponer el soterramiento de cables a empresas de servicios”, el 24 de marzo del 2018, haciendo alusión a una problemática muy importante en la Ciudad.

Efectivamente, la persistencia desde hace años de postes de madera viejos para sostener el cableado de las casas es algo ya casi insoportable en Buenos Aires, y el barrio de Flores no escapa a esta realidad.
Historia

Con los avances tecnológicos, en los años 90 se empezó a discutir acerca de la necesidad o no de mantener postes de madera que sostengan el cableado telefónico y de la televisión de la Ciudad. En 1995, la Ordenanza 48.899 exigía el soterramiento de todos los postes del territorio porteño. No obstante, nunca se terminó de acatar, al punto de que la entrada de la empresa Telecentro S. A. de Alberto Pierri en 1999 produjo el ingreso miles de postes a CABA.

El tema volvió a tomarse en diciembre de 2005, pero para peor. La Legislatura derogó la Ordenanza de 1995 al sancionar la Ley 1877, que ni siquiera exigía el soterramiento de todo el cableado de la Ciudad, sino que reducía el mismo solamente a la zona del “Casco histórico” (principalmente el microcentro).

La nueva reglamentación estaba hecha a medida de las grandes empresas operadoras de cable (Multicanal, Telecentro y Cablevisión), que eran beneficiados con la posibilidad de cambiar los palos de madera por otros de metal. Así, se ahorraban entre dos y tres mil millones de dólares. Incluso, el gobierno de la Ciudad debía hacerse cargo del cableado abandonado. Así, las empresas que debían haber soterrado 10 años atrás extendían el plazo del trabajo y reducían costos.

No obstante, los puntos fundamentales de la ley 1877 fueron derogados por resolución del Tribunal Superior de Justicia dos años después de su sanción y hasta el día de hoy el tema no es claro, al punto de que, 23 años después de la primera reglamentación, aún hay miles de postes de madera en CABA.

Contaminación visual

“Parte de todo aquello que afecte o perturbe la visualización de algún sitio, o paisaje, afectando su estética”, dice la definición más común del concepto “contaminación visual”. Efectivamente, tanto los postes de madera como los miles de cables que sostienen perturban la vista y el paisaje.

La imagen poco estética de tiras negras desordenadas en el aire, sumado a postes de madera que se encuentran viejos, húmedos y en mal estado, se combinan en un pésimo clima visual. La contaminación es uno de los problemas más importantes que esta situación genera.

Riesgo: el último caso de Flores
“Están prohibidos y son peligrosos para los vecinos”, dijo el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, acerca de los postes de madera. Era 13 de diciembre de 2017 y, en la Comuna 10, hubo un caso en el que, por denuncias de los vecinos, se removieron 350 palos de cableado.

Los postes, por su antigüedad y su deterioro, siempre están con peligro de caerse. “Lo mejor sería que sean de metal, la madera se pudre y se cae”, explica Diego, ferretero del barrio, a Flores de Papel. “Que haya cables en el cielo es muy desprolijo. ¿A vos te gustaría que tu casa esté así de desprolija?”, agrega Claudio, comerciante del barrio también a este medio.

Un poste se cayó en Flores el mes pasado, cuando un palo de madera se derribó con cable incluido sobre la reja y jardín de una casa de Rivera Indarte y Bilbao. “La poda de árboles tiró unos cables que derribaron el poste”, expresó Cristina, vecina de la cuadra. En este caso, el poste era de la Policía, que también mantiene una parte de su sistema de comunicación en estos palos.

A su vez, una vecina denunció el último 23 de agosto en la red social Facebook que un poste tremendamente inclinado estaba en Ramón Falcón al 2982. Cuando expresó esto, las autoridades de la Comuna le dijeron que “no corre riesgo”.

Flores y maderas: entre la vereda y el cielo
En ese sentido, el barrio de Flores está absolutamente implicado en esta problemática. Algunas calles del barrio lo muestran fielmente. Por ejemplo, en Ramón Falcón entre Carabobo y Rivera Indarte (5 cuadras) hay 15 postes; en la intersección entre Avellaneda y Fray Cayetano Rodríguez hay 6; en Rivera Indarte entre Rivadavia y Directorio hay 6; en Pedernera entre Ramón Falcón y Directorio hay 6.

Esos son solamente algunos casos que se suceden en nuestro barrio. Fases de cables perpendiculares que hacen feo el ambiente, postes de madera deteriorada que cuelgan carteles de hace años, caños oxidados y con tajos, son postales de sus calles. En Flores, como en toda la Ciudad, es difícil ver el cielo desde la vereda.

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