Lessie, la vecina del barrio de Flores que inspira a miles de jóvenes con sus looks

Escribe Dra. Natalia Rivarola

“Hasta el día de hoy que no sé cómo pasó. El público fue llegando de manera súper paulatina. Primero fue el blog porque no había Instagram ni Facebook. La forma de comunicar era distinta. Yo empecé mostrando mis looks de cada día y cómo combinar cosas, y a medida que me fui interesando más por los aspectos sociales e históricos fui para ese lado y la gente empezó a seguirme. Pero no fue que algo se viralizó porque en ese momento no existía el concepto”. Quien habla es Juliana, aunque todos la conocen como Lessie o por su usuario “Intravenous Sugar”. Flores de Papel conversó con la generadora de contenido nacida en el barrio que inspira con sus looks diariamente a miles de jóvenes y cuya pasión por la moda y popularidad en redes sociales la llevó a cumplir su sueño de cubrir numerosas Fashion Weeks.

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Se podría decir que la moda y las plataformas de internet son dos cosas que a Lessie siempre le interesaron. Su abuela le enseñó a coser cuando era chiquita y ella se entretenía haciéndole ropa a las muñecas. Con los años, como no encontraba en los negocios las prendas que quería, se las empezó a confeccionar ella misma. Y así nació su marca de ropa. “Yo cosía y hacia desfiles pero no de manera profesional sino como un hobby”, explica la joven de 28 años de pelo de un perfecto color gris. La misma se llamó Intravenous Sugar (“porque tiene que ver con lo que endulza la vida”), que luego se convertiría en el nombre de su blog y de su cuenta de Instagram, donde hoy tiene más de 55 mil seguidores.

Pero ¿cómo llegó esta vecina de la zona de la Estación de Flores a mostrar su estilo en internet? “El blog lo arranqué en 2009 para comunicarme con mis amigas que vivían en otros países. Todas nos abríamos blogs y mostrábamos lo que hacíamos ahí porque ni siquiera Facebook era común en ese momento. Y después fue mutando en otros intereses míos y aproveché que tenía ese lugar para escribir”. Twitter e Instagram no tardaron mucho en llegar a su vida: “Básicamente nací teniendo un mouse en la mano. La primera red que tuve fue Fotolog cuando estaba en la primaria. Siempre mostré cosas en internet y ni bien se pudo usar Instagram para Android me lo hice. Me acuerdo de haber subido unas fotos que había sacado con una tablet porque ni siquiera tenía un celular que pudiese soportar la aplicación”.

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Sin embargo, a pesar de que disfrutaba estos espacios donde podía mostrar su creatividad, una carrera en Comunicación no fue su primera ni segunda opción a la hora de elegir qué estudiar. Tras hacer la primaria en la escuela República de El Salvador, en Artigas 878, y la secundaria en Caballito, decidió seguir abogacía. “En realidad solo hice un cuatrimestre del CBC porque no me gustó ni me veía haciendo eso, entonces me pasé a Ciencias Políticas. Ahí estuve tres años hasta que tuve una epifanía porque el blog ya había crecido bastante. Yo iba a eventos y desfiles y la carrera no era compatible. Fue encontrar algo que me diera las herramientas necesarias para cultivar lo que hacía. Ahí me cambié a Comunicación Social y después a Periodismo”. Esa epifanía de la que habla se dio a partir de un mail que recibió de parte de una importante revista que la quería como colaboradora. “Les gustaba lo que escribía y pensé: ‘si alguien más lo está viendo y yo no es que algo está pasando’”.

Si bien no era algo que había considerado nunca formalmente, decidió dedicarse a pleno a este gran proyecto alrededor de la moda que había logrado construir. Y la vida le mostró que no se equivocó: sus redes continuaron creciendo y, además de ayudarla a conseguir trabajo, la llevaron a cumplir su sueño de cubrir Fashion Weeks en Nueva York y Londres. “Desde 2017 que voy dos veces al año a Nueva York. De hecho por la pandemia es la primera vez que no voy a poder ir. Fashion Week se maneja con invitaciones, pero al principio vos tenés que pedirlas y explicar por qué merecés un lugar. Me aventuré a mandar mensajes a toda esta gente y contarles lo que hacía. Después te vas haciendo más conocido y te van llegando invitaciones solas. Pero antes hay mucho trabajo de hormiga”, explica sobre estas maravillosas experiencias.

“Era un sueño de toda la vida poder ir porque siempre seguía las temporadas de acá. Es una satisfacción enorme. Todo lo que es el detrás de escena del evento ya de por si es emocionante y sentarte a ver un desfile mucho más”. Aunque asegura que siempre lo vio como una inversión: “no es que vas a sacar fotos y listo. Hay todo un trabajo que implica crear contenido desde allá y aprovechar el tiempo y la plata que uno gasta”.

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Pero Lessie no sólo muestras grandes marcas. Al vivir a pocas cuadras del centro comercial de Avenida Avellaneda, toda la vida compró ropa allí y así lo mostraba previo a la cuarentena en sus redes con recorridos por diferentes negocios. “Una de las cosas que siempre quise fomentar es que no se necesita tener mucho dinero para cultivar tu estilo, que es un error que la gente suele pensar. Se pueden encontrar cosas de buena calidad, que funcionen y sean versátiles, y no tenés que romper el banco”. De hecho, cuando alcanzó los 10 mil seguidores en su cuenta de Youtube organizó un concurso en el que pasaba una tarde de compras con los ganadores. Aunque aclara que no consume solo indumentaria de estos locales. También usa mucho de emprendedores, marcas de afuera y ropa vintage, además de sus infaltables accesorios que “logran elevar cualquier outfit”.

Incluso aprovecha por estos días la obligatoriedad del tapabocas: “Soy muy fan de la moda alternativa japonesa y ellos los usan mucho en la vida diaria y siempre me pareció muy cool. Me gustan y los combino con la ropa”. Así se la puede ver por el barrio yendo a comprar con uno de cuero con serpientes bordadas u otro de jean con tachas y cadenas que se confeccionó ella misma.

A pesar de tener miles de personas que siguen sus pasos en las diferentes plataformas (más de 55 mil en Instagram; 22 mil en Twitter; 12 mil en Youtube; casi 7 mil en Tik Tok; y 144 mil visitas mensuales en Pinterest), Lessie explica que no es una “influencer”. “Yo me considero creadora de contenido. Si con mi contenido influencio a la gente a que haga tal o cual cosa es otro tema. Mi trabajo es tener ideas y llevarlas a cabo en forma digital”, asegura, y agrega que a pesar del tiempo que lleva en esto todavía no se termina de acostumbrar a la reacción de la gente. “Uno no dimensiona el nivel de audiencia que puede llegar a tener. Algunos mensajes que me mandan son en plan ‘me inspiraste a ponerme tal cosa’ pero, por ejemplo, el otro día me llegó uno de una madre diciendo que ella sentía que había perdido comunicación con su hija adolescente y que mi cuenta la ayudaba a tener temas de conversación y a aprender sobre lo que a ella le interesaba. Ahí es cuando ves la real influencia”.

Vecina del barrio de Flores de toda la vida, no duda en mencionar al barrio en sus historias y videos. “Siempre digo que soy de Flores porque, por lo general, en la industria que yo me manejo la mayoría es de otras zonas y, a veces, hay un estigma con el barrio que está bueno romper. Yo nací acá, viví toda la vida acá y es mi barrio, así que siempre lo voy a defender”, asegura la joven que, gracias a un constante trabajo, gana terreno en las plataformas en la era digital donde las redes son cada vez más importantes.