Inauguran tres nuevas estaciones y prometen mejorar el servicio del subte E

“La Línea E es en la que más estamos invirtiendo porque era la más atrasada: son 3714 millones de pesos en obras”, aseguró Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires. Si todo sale como lo planeado, a fines de mayo los usuarios de la reconocida -incluso por Subterráneos de Buenos Aires– como “la peor línea de la red de subtes” verán por fin inauguradas las tres nuevas estaciones Correo Central, Catalinas y Retiro.

Hubo que esperar más de una década para que el proyecto se concretara. Pero finalmente el nuevo tramo de 2 kilómetros les permitirá a los vecinos hacer combinación con las líneas B y C y también podrán llegar directamente a la estación de Retiro para realizar la conexión con el tren. Según los cálculos oficiales, el viaje desde Retiro hasta Plaza de los Virreyes demorará 22 minutos en total.

Desde Sbase estiman que con la extensión sumarán unos 63 mil nuevos usuarios, lo cual representa un verdadero desafío si se tiene en cuenta que la línea E encabeza el ranking de reclamos por la baja frecuencia de los servicios (cinco minutos en hora pico). Actualmente la usan alrededor de 90 mil usuarios todos los días. “Con las tres nuevas estaciones y las obras de recambio de vías esperamos poder llegar a los 3.30 minutos de frecuencia para fin de año”, dice Moccia a Flores de Papel.

Para lograrlo sumarán trenes Fiat que se usaban en la línea D. Entonces, la E contará con 6 formaciones General Electric y 14 formaciones Fiat renovadas. Sin embargo, seguirá siendo la única línea sin trenes con aire acondicionado, ya que contará con coches de más de 25 años de antigüedad.

Más de una década pasó desde el primer anuncio de la obra allá por 2007, bajo el gobierno de Cristina Kirchner. Los trabajos se iniciaron dos años después y entraron en un limbo a partir de 2013, cuando el subte pasó a ser responsabilidad de la Ciudad. Para 2015 ya estaba terminada la parte correspondiente a túneles y estaciones. Florencio Randazzo y Mariano Recalde incluso llegaron a hacer campaña en las mismas. No obstante, todavía restaba colocar las vías, el sistema eléctrico que alimenta a las formaciones, el sistema de señales, equipamiento de las estaciones, escaleras mecánicas y ascensores. En 2016, cuando la Ciudad retomó los trabajos, calculaban que todo estaría terminado para el año siguiente. Los plazos se fueron alargando hasta el presente.

Ahora ya se instalaron 25 escaleras mecánicas y nueve ascensores, así como el sistema de señales y equipamiento de las estaciones. A su vez, la obra también comprendió el cambio de las vías de toda la línea por primera vez desde su inauguración en 1944. Esto se realiza a partir de las 23.30 y, una vez terminados los trabajos, a las 04.30 la traza queda liberada para dar comienzo al servicio.

Por otro lado, cabe destacar que ya está en funcionamiento el taller Lacarra, cuyo nuevo equipamiento técnico permite agilizar las tareas de mantenimiento periódico y correctivo de los coches, mejorando la disponibilidad de la flota y la frecuencia del servicio.

En los últimos años se hizo costumbre para los vecinos ver carteles y escuchar que en los parlantes anuncien que la línea E sufre demoras o circula con el recorrido restringido. Incluso propusieron en más de una ocasión la reducción de la tarifa del viaje hasta que tuviera las mismas comodidades que poseen las demás líneas. Padecen la falta de aire acondicionado y el ruido ensordecedor de las formaciones, el mal funcionamiento de las escaleras mecánicas, la falta de higiene y la poca frecuencia. Con la inauguración de estas tres nuevas estaciones el panorama puede mejorar pronto, aunque todavía faltará para que el servicio sea acorde a lo que los usuarios se merecen.