Gran tristeza en el Pedro Echagüe

En el mes de Mayo la tragedia enlutó a la comunidad del Club de Flores. Se han ido dos personas que dejaron huellas imborrables en su paso por la Institución, ellos fueron Pablo Albamonte con apenas 50 años de edad y Pedro Laino con sus 61 años.

Pablo, de tercera generación de dirigentes en el Club Pedro Echague y habiendo sido su padre presidente, fue jugador en otras épocas y actualmente integrante de la Comisión Directiva y de la Subcomisión de Básquet.
Con su impecable comportamiento ha dejado enseñanzas de vida y gratos recuerdos en muchísimos chicos y padres. El Presidente Jorge Antoliche manifestó: “Se nos fue Pablito de una manera insólita e inesperada, se nos fue una de las personas con más calidad humana que recuerdo. Lo de Pablo es de un impacto tal que me conmociona y sacude en lo más íntimo. Su personalidad de bien, llena de cariño, entendimiento, humildad, responsabilidad, idoneidad y otras virtudes que todos apreciamos, disfrutamos y aprendimos, estuvieron desarrolladas con un bajísimo perfil, sin ningún afán figurativo y desprovistas de todo interés personal, con el único fin de acercar y conciliar posiciones y lograr mejoras en nuestro querido Club. Sé que Pablo va a ocupar un lugar destacadísimo en la historia de la Institución y en la memoria de los que hemos tenido la suerte de conocerlo, agradezco a la vida el haberme cruzado con una persona como él. A su familia le digo que su hijo, esposo y padre fue un gran ejemplo y una de las personas más maravillosas que conocí y que sientan el orgullo inmenso de haberlo tenido. ¡Pablito! Siempre te recordaremos y querremos”.

Pedro Laino fue uno de los dirigentes más comprometidos, dedicado absolutamente a engrandecer los destinos de la Institución. Quienes lo trataron saben de su integridad, su intachable conducta y su honestidad. También formaba parte del Consejo Directivo de la Federación de Básquet de Capital Federal, desde donde se recibieron condolencias por el trágico suceso. Evocando a Pedro el Presidente dijo: “Te vamos a extrañar, siempre te quisimos y admiramos porque a tu personalidad llena de vida y positivismo le agregabas sentimientos de nobleza y humanismo. Desde el anonimato, tu hombría de bien y entrega sin límite hacía que fueras el respaldo del Club y de todos los trabajábamos con vos. Involucraste a toda tu familia, esposa, hijos, nietos, hermano y sobrinos, todos siguiendo la línea que vos marcaste, no se puede no progresar cuando alguien aporta tanto desde lo personal con el apoyo y la colaboración de los que lo rodean. A pesar de estos dolores del alma tu familia y tus amigos nos vamos a sobreponer para que tu ausencia y la del querido Pablo sea lo menos traumática posible, lo vamos a hacer porque el recordarlos nos motiva para seguir su ejemplo por honor al Club y a ustedes. Pedro, descansa en paz, tu esfuerzo no fue en vano, marcaste con tu presencia una época gloriosa para Pedro Echagüe y te llevas el cariño, el respeto y la admiración de todos. Con tu recuerdo como guía vamos a seguir trabajando para continuar en este camino de progreso que marcaste. Te damos un abrazo eterno, hasta siempre amigo del alma”.