El paseo de las esculturas: conocé las cinco piezas que adornan la Plaza Flores
Flores es un barrio donde abunda el arte en todas sus manifestaciones. Las artes plásticas se han apoderado y dan identidad al barrio.
Escribe Nicolás Tatasciore
La Plaza Pueyrredón o Plaza Flores es probablemente el punto más concurrido del barrio. Día a día, hora tras horas, miles de vecinos y transeúntes que no necesariamente son de la zona, caminan por este espacio que es el corazón de Flores. En ese andar, casi automático casi nadie se detiene a observar a su alrededor. Esta observación puede revelar que la plaza, entre otras cosas, es un museo a cielo abierto ya que contiene un interesante conjunto de esculturas que al fin de cuentas hacen al patrimonio florense. A continuación, te describimos las cinco esculturas de la Plaza Flores.
En primer lugar, tenemos a la más prominente de todas y la que le da nombre al espacio, el monumento a Juan Martín Pueyrredón, realizado por Rafael Hernández. Pueyrredón fue un militar y político argentino, comandante en jefe del Ejército del Norte, miembro del Primer Triunvirato, diputado del Congreso de Tucumán que declaró la Independencia y Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. La escultura es uno de los muchos ejemplos de monumentos a figuras históricas que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Estas suelen estar conformadas por un basamento de algún tipo de piedra y la escultura en sí, hecha en bronce, con los atributos del personaje en cuestión. Esta pieza se colocó en el año 1911.
Luego, separadas en dos grupos de dos, podemos ver las pequeñas obras que le dan ese toque único a la plaza. Por un lado, está “Contraviento” del escultor Pietro Antonuccio (1902-1979). Nacido en Nápoles, Pietro llegó a Argentina en 1949 donde realizó una gran cantidad de obras incluyendo la escultura emplazada en Flores en 1977. “Contraviento” muestra a un hombre en pleno esfuerzo por avanzar contra el obstáculo del viento en contra, lo que lo lleva a contraerse sobre sí mismo y cerrar los ojos.
A su lado, se encuentra “Las tres gracias” de Alberto Balietti (1917-1993). Esta obra hecha en granito hace alusión al tema trabajo durante siglos en la historia del arte. El trabajo de Balietti se concentra en la expresividad y en lo gestual, lo cual se hace evidente en el dinamismo de sus esculturas. Ahora bien, del otro lado, el otro grupo está formado en primer término por “La espera” de Francisco Reyes (1915-1988). El escultor, quien trabajó con maestros como Pio Collivadino o Lineo Spilimbergo, retrató con un estilo modernista y muy delicado la dulce espera de un bebé. ¿Cómo nos damos cuenta? la figura nos observa mientras su mano se apoya en el vientre.
A su lado aparece “Canción” de Enrique Suárez Marzal. Figurativo en sus inicios, Marzal se volcó progresivamente hacia el modernismo de la época, por medio de la simplificación de las formas utilizando planos de mayor tamaño y amplias curvaturas. Esta pieza es un claro ejemplo, ya que con pocas y simples formas curvas, aparece la silueta femenina.
Con estas piezas, comprobamos una vez más que Flores es un barrio donde abunda el arte en todas sus manifestaciones. Las artes plásticas se han apoderado y dan identidad al barrio, solo hay que adquirir la capacidad de detenerse, contemplar y tomar conciencia del enorme patrimonio que tenemos en cada rincón de Flores.
