El crimen de Brian: “La justicia a veces existe”

Escribe Natalia Rivarola

“Porque nos hiciste conocer el verdadero amor, hoy y siempre en nuestros corazones”, reza la placa firmada por “mamá y papá” en memoria de Brian Aguinaco, en la plaza de Santander y Carlos Ortiz que lleva su nombre, y en donde el pasado 26 de diciembre familiares y vecinos de Flores realizaron una suelta de globos blancos a dos años de su muerte. Nadie ni nada puede devolverles “al polaquito” a su familia. Sin embargo, el pasado 16 de julio por lo menos sintieron un poco de consuelo al escuchar la sentencia en el juicio contra el único imputado por su asesinato: Luis “Yun” Gómez fue condenado a la pena de prisión perpetua como coautor del crimen.

El trágico hecho ocurrió el 24 de diciembre de 2016, en la esquina de Rivera Indarte y Asamblea, cuando dos mujeres estaban siendo asaltadas por dos ladrones en moto, uno de los cuales se bajó armado y las amenazó para que le entregaran sus carteras. En medio del forcejeo, apareció el auto manejado por Enrique Aguinaco, quien estaba acompañado por su nieto Brian, y comenzó a perseguir a los ladrones, que respondieron con disparos. El adolescente recibió un balazo en la cara y fue trasladado por su propio abuelo hasta el Hospital Piñero, desde donde fue derivado al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y agonizó durante dos días hasta que murió.

TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE

Hablemos de autismo: La difícil situación que vivió una madre y su hija en el Cine Rivera Indarte

Esos días marcaron un antes y un después en el barrio, que venía soportando graves hechos de inseguridad – como el asesinato del vecino Pascual Mollo en una entradera en la calle Rivera Indarte al 500, tan solo dos semanas antes -. Apenas supieron del episodio de Brian, en pleno día de Navidad, numerosos vecinos se reunieron para orar por él y pedir mayor seguridad en la Comisaría 38.

Al otro día, cuando llegó la noticia de su fallecimiento, la gente enfureció. Más de mil personas con carteles, globos negros y velas marcharon una vez más a la comisaría de Bonorino al 258 para ser escuchados. Coparon la seccional y los alrededores, al grito de “Brian, presente”, “que se vayan todos” y “corruptos”. La Comisaría 38 fue tomada y los vecinos reclamaron la presencia de autoridades de todas las jurisdicciones. Flores era tapa de todos los portales de noticias y la marcha salía en vivo en todos los canales. Fue entonces que, para calmar las aguas, el entonces ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, dispuso la remoción de toda la cúpula de la comisaría.

Finalmente un año y diez meses después del crimen, comenzó el juicio contra Luis “Yun” Gómez, que culminó el pasado 16 de julio. “La sentencia es para quien manejaba la moto al cual le pedimos perpetua por ser el único responsable, ya que el que disparó siendo menor en ese momento hoy está libre… A ver si la justicia por lo menos nos da una a favor. Y la otra parte será justicia divina”, escribió días antes la mamá de Brian, Eliana Passada, a través de las redes, donde agradeció el constante apoyo de la gente.

Gómez, de 28 años, era quien conducía la moto desde donde otro delincuente menor de edad le disparó y mató al adolescente. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de la Ciudad de Buenos Aires lo acusó de ser coautor de robo agravado por el uso de armas de fuego en concurso real de homicidio criminis causa, es decir matar para ocultar otro delito, en este caso el robo, y lograr la impunidad.

TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE

Transformaron un búnker narco de la Villa 1-11-14 en una Oficina de los Derechos del Niño

El adolescente que hizo los disparos, de 15 años y nueve meses al momento del crimen, había sido capturado por la Interpol en Chile, a donde había escapado después del asesinato. Fue detenido, aunque solo horas más tarde fue declarado inimputable y enviado con su familia a Perú, aún cuando es argentino de nacimiento. Regresó brevemente al país y se volvió a ir cuando ocurrió el homicidio de su hermano mayor. Sin embargo, circulan fuertes rumores que por estos días se encontraría nuevamente en la Villa 1-11-14, donde vivía al momento del crimen. A raíz del caso, el Gobierno había prometido llevar al Congreso un proyecto para bajar la edad de imputabilidad de menores, aunque luego dio marcha atrás.

Pero para un poco de alivio para la familia y vecinos, además de a “Yun” Gómez, en el juicio también se investigó la responsabilidad de otros cuatro miembros de la denominada la “Banda de la salita“, a la que pertenecían los dos asaltantes, que se dedicaban a robos violentos y usurpación de viviendas, entre otras actividades ilícitas que aterraban al barrio. Uno de ellos es Eric Blas González, hermano del menor autor del disparo, quien recibió una pena de 5 años de prisión. A su vez el tribunal condenó a Gustavo Mendieta a la pena de 17 años de prisión por ser coautor de robo doblemente agravado y por el uso de armas de fuego, además de homicidio en grado de tentativa; Irving Cruz Yupanqui, 3 años y 6 meses de prisión; y Luis Cantoral, 2 años de prisión en suspenso.
“Tengo un vacío enorme. Siento una culpa tremenda hacia mi hijo. Los culpables son ellos, pero a mí nadie me llamó. Mi mujer no lo puede superar. Yo lo lloro a diario. Entro a mi local y tengo una foto de él. Lo saludo todos los días”, contó entre lágrimas Enrique Aguinaco, quien estaba llevando a su nieto a la peluquería, cuando fueron atacados a los tiros. “No quiero dejar de agradecer a la fiscal y al tribunal que nos tocó, que dieron fe y esperanza que la justicia a veces existe”, escribió por su parte Eliana tras la sentencia.

El sufrimiento de sus seres queridos no termina acá pero por lo menos comienza el alivio de la justicia.