¿Cómo están las plazas del barrio?

Escribe Juan Pablo Niccolini

Flores de Papel salió a la calle, investigo y analizó algunas de las reconocidas plazas del barrio. Aprovechamos la llegada de las Ecobicis y gracias a la aplicación “BA Ecobici por Tembici”, logramos hacer todo el recorrido en un mismo día. Cambiando de bicicletas en cada parada.

Comenzamos con la plazoleta 11 de Noviembre, la cual se ubica en Varela y Directorio. Esta misma fue refaccionada en los últimos tiempos y muestra cambios reconocibles a como la conocíamos normalmente. Lo mismo sucede en las demás plazas, las cuales fueron embellecidas en los últimos años. Muchas con refacciones en sus objetos, otras con una lavada de cara de pintura y con la llegada de las maquinarias para hacer ejercicio.

Respecto a este espacio público en particular, destacamos que se halla con mayor iluminación y más condiciones estéticas en cuanto a la cantidad de verde. Por contrapartida, notamos que se junta agua cuando llueve en la entrada del caminito de tierra.

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Otro problema se da en cuanto a los chicos que juegan al fútbol, es lógico que los menores quieran explotar las plazas para jugar a este deporte. Lamentablemente, al no haber un espacio físico delimitado para esta actividad, muchas veces le pegan con la pelota a los transeúntes o la terminan tirando al patio de juegos. Para concluir con las observaciones de la plazoleta, se da el clásico conflicto que ocurre hace tiempo y tiene a los habitantes de la zona acostumbrados: en la esquina de Italia y Tandil suelen juntarse jóvenes a tomar alcohol. Esto incomoda a los vecinos y a aquellos que llevan nenes a recrearse.

Seguimos el recorrido y fuimos por la misma Avenida Directorio a la Plaza de la Misericordia. Aquí, lo primero que notamos es el mal estado del césped, el cual se ve amarillento y marchito. Otra falencia a destacar es el mal estado del Patio de Usos Múltiples, donde se puede jugar al básquet y futbol. Este tiene el piso englobado por el sol, lo que no solo molesta al desarrollo de los juegos sino que podría lastimar a los chicos producto de un tropezón.

También nos mostramos disgustados por el mal estado y la escasez de mesas para sentarse, en comparación a la gente que concurre. O sea que es incómodo para aquellos padres que llevan los fines de semana a sus hijos, y quieren sentarse mientras ellos juegan.

Por fuera de estas observaciones negativas, la plaza tiene un canil que es realmente funcional, sumado al sistema de sonorización que se halla en el centro de la misma. Así, desde los bancos se percibe el sonido de una fuente de fondo. Además, recordamos que los fines de semana hay ferias donde se venden distintas artesanías, motivo que convoca una considerable cantidad de personas.
Nos subimos nuevamente, tras introducir el código que nos dio la aplicación, a una de las bicicletas naranjas. Esta vez, con destino a Plaza Pueyrredón, más conocida como Plaza Flores.

Llegamos a la salida de la estación de subte “San José de Flores” y al alzar la vista, lo primero que nos impactó fue ver, entre la marea de gente, gran parte de la plaza enlonada y tapada.

No es motivo de queja el que se ponga en valor a este espacio tan característico de nuestro barrio, quizás si sea un poco molesto la disminución del espacio físico de la plaza, así como la aparición de un panorama antiestético en lo visual. De todas formas, siempre es considerable que se ponga a punto la plaza..

Aquello que no encontramos agradable es la poca iluminación hacia el centro de la misma, más cuando se hace de noche. Otro ítem a prestar atención es la inseguridad que se puede sentir en sus alrededores y a veces en su interior. Quizás, si se mejorase la iluminación, sería mejor y más aprovechada por todos los vecinos. Esperemos que su puesta a punto valga la espera y el bullicio que se está generando.

Ya haciéndose de noche, nos apeamos a una nueva Ecobici y partimos rumbo a la Plaza de los Periodistas. Esta se encuentra justo en el límite de San José de Flores con Villa Mitre y Villa Santa Rita. Precisamente, sobre la Avenida Nazca, a una cuadra de Avenida Gaona.

Particularmente, nos entristeció ver el mal estado que muestra la calesita, en un estado de abandono.
La plaza en particular es una joya escondida, su belleza está presta para ser apreciada. La sensación que nos deja es de melancolía, es silenciosa y con un aire de otros tiempos que podría ser utilizado para inspirarse.

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En comparación a la de la Misericordia, el Patio de Usos Múltiples es claramente más amplio y se encuentra en mejor estado. Tal vez, las plantas deberían ser más y el color verde tendría que abundar.

Respecto a los bancos, algunos se ven desvencijados y con la pintura corrida. El patio de juegos y el canil se hallan en buen estado. Lamentablemente, desvalorizados por quienes se juntan a fumar y tomar alcohol en las puertas de la basílica que se encuentra al lado de la plaza. Para finalizar, observamos que en el punto verde para la recolección de basura, siempre se juntan bolsas con residuos en el piso, motivo que atenta contra la belleza de la plaza.

Esperamos los cinco minutos que nos dicta la aplicación para poder cambiar de bicicleta y nos dirigimos al último destino del recorrido. Ya subidos al rodado, retomamos camino por Felipe Vállese rumbo a la Plaza del Ángel Gris.

Anteriormente conocida como Pedro Eugenio Aramburu, se modificó el nombre en repudio a los represores y a los golpes cívicos militares. Por lo cual, dejo el nombre de este participe del golpe de 1955 hace ya una década. Hoy en día es nombrada La Plaza del Ángel Gris en honor al libro de Alejandro Dolina.

Ubicada sobre Avenida Avellaneda entre Cálcena y Donato Álvarez, lo primero que nos impactó fue la amplitud de la cancha de fútbol, la cual es la más grande en comparación a las otras. Es la única que cuenta con un sistema de alambrado y con arcos dotados de redes, aunque no cuenta con aros de básquet.

Otra virtud es el patio de juegos, el cual es colorido y rebosante de juegos para los más pequeños. Se encuentra presta para que la exploten chicos de hasta 12 años, por las posibilidades y diversos juegos que les proporcionan.

Tal vez, falten algunos árboles para sentarse bajo su sombra, como se puede hacer en otras plazas. También da un dejo de suciedad y descuido por la pintura de algunos bancos y las construcciones propias del lugar. Lo mismo sucede con una suerte de grada que se ubica en el centro de la plaza, no genera la sensación de pulcritud.

Por último, un detalle a su favor es el aprovechamiento del espacio con una considerable cantidad de bancos para sentarse y tomar mate o compartir una tarde con facturas de por medio.

Para concluir, el estado de las plazas es aceptable, aunque hay una amplia lista de detalles que podrían darles un nivel de mayor delicadeza y potenciar al máximo nuestros espacios públicos.

Nosotros, los vecinos, por nuestra parte debemos asumir el compromiso de mantenerlos limpios y cuidados, para que valga la pena la inversión. Por lo tanto, tratemos de no dejar basura y residuos tirados y de evitar maltratas las plantas y las construcciones, para así, aportar nuestro grano de arena al embellecimiento de nuestro barrio.