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En Zoom, referentes de Flores se unieron por el barrio
Convocados por el periódico Flores de Papel 16 referentes de Flores se reunieron de manera virtual para aunar esfuerzos y buscar un compromiso colectivo.
Según el Boletín Epidemiológico de la Ciudad del 24 de abril, Flores es el barrio con más casos de coronavirus y dengue. En concreto, al cierre de esta edición registró 100 positivos con COVID-19 y suma 1289 casos de la enfermedad causada por el mosquito aedes aegypti. La crisis sanitaria, social y económica afecta a todos y está golpeando fuerte a los vecinos. En este contexto sin precedentes, convocados por el periódico Flores de Papel 16 referentes de Flores se reunieron de manera virtual para aunar esfuerzos y buscar un compromiso colectivo.
Así, el pasado 29 de abril, Juan Braña, tesorero del Museo Barrio de Flores; el Dr. Pablo Hermoso, abogado y socio del Club Deportivo Español; Demian Kichik, de la fábrica textil IGAL S.A.; Justo Janse, pastor evangelista de la Iglesia de Boyaca y Rivadavia; Marcos Ohana, representante de la comunidad judía sefaradí de Flores; Guillermo Payo, de Iglesia Cristo la Solución de Alberdi y Membrillar; el arquitecto Cesar Dieguez, profesor de la UBA y comerciante de la Avenida Rivadavia; Raúl Dello Russo, propietario de las ópticas Lutz Ferrando y Presidente de la Asociación de Comerciantes y Profesionales de Flores; Gisela Marchese, especialista en atención primaria en salud; Julian Cappa, integrante de la Junta Comunal 7; el Dr. Gabriel Torres, abogado especialista en temas relacionados a la tercera edad; Alejandro Pacífico, responsable del secundario del Colegio Misericordia; Martin Bordieu, flamante Padre de la Basílica San José de Flores; Rodrigo Prol, titular de la Inmobiliaria Prol; Gisela Roccaforte, responsable de la Secretaría de Comunicación Regional de la Universidad de Flores; y Roberto D´Anna, director del periódico Flores de Papel hablaron sobre las políticas entorno al dengue, la situación económica de los comerciantes producto de la cuarentena, las actividades de ayuda social y la contención emocional que se necesita en estos momentos difíciles.
“Mi intención es desmitificar el hecho de que se crea que el dengue es una enfermedad que tiene que ver con la marginalidad. Nosotros somos una familia de clase media que vivimos en Flores hace 10 años y nos pasó”, comenzó contando la médica Marchese, cuya marido e hija contrajeron la enfermedad en su casa en plena cuarentena. La vecina de Baldomero Fernández Moreno y Quirno explicó que ellos fueron picados por el mosquito transmisor aun habiendo tomado todas las medidas de prevención, como la utilización de repelentes y espirales, y aunque dijo que fueron visitados por representantes de la Comuna, denunció que “no se ha hecho lo necesario” ante esta epidemia. “Nadie fumigó mi propiedad ni las ocho manzanas circulantes a la vivienda, que es lo que hay que hacer cuando hay un caso positivo”, aseguró.
En el mismo sentido el Padre Martín afirmó que hay muchos chicos de los grupos juveniles con dengue y el coordinador del Misericordia contó que tienen “familias enteras afectadas”: “El colegio hace fumigación todos los sábados pero es un tema que está en el barrio”. En este sentido, Julian Cappa detalló que “la zona donde más casos hay es en Bilbao y Pillado. Lamentablemente la respuesta del Gobierno de la Ciudad fue muy lenta y eso hizo que se haya extendido”.
Entonces Marchese concluyó con un mensaje: “Yo les quiero trasmitir que ante fiebre sin ninguna otra sintomatología respiratoria, por favor tienen que pensar en dengue, sugerirlo a quien los atienda y comentar que hay muchos casos en la zona para que tenga más fuerza el pedido”.
Por otro lado, se habló de la situación social y económica desesperante que viven muchos vecinos producto de la cuarentena que busca frenar el avance del coronavirus. En este sentido, el Padre Martin, que llegó hace un mes y medio a la Basílica, explicó que, con la ayuda del Gobierno de la Ciudad y de donaciones, en el comedor están dando viandas a unas 400 personas. Además sigue funcionando el albergue para personas en situación de calle y están trabajando en la farmacia de la institución para que la gente más vulnerable pueda acercarse a buscar su medicamento.
Sin embargo, su mayor preocupación es la gran cantidad de familias de la Provincia que se acercan día a día a la iglesia para retirar bolsas de mercadería. Mientras que Marcos Ohana contó que su templo ubicado en la avenida Avellaneda está realizando una intensa ayuda social, repartiendo bonos de alimentos y tarjetas de débito. “Además de la gente que veníamos ayudando se sumó quienes tienen su actividad laboral parada y no tienen ninguna reserva”, sostuvo, para luego informar que reciben personas “tanto de la comunidad como los que no lo son”. Por su parte, el pastor Justo Janse explicó que “mucha gente que recibe ropa en nuestra iglesia va a comer a la Basílica. Así que circulan recibiendo ayuda y estamos unidos en eso hace rato”. A la vez dijo que tienen un “espacio de escucha” en el que se encargan de llamar a personas mayores que están solas y no pueden recibir visitas y un espacio de contención emocional con profesionales para casos más difíciles.
Sobre esta necesidad de contención emocional también habló Alejandro Pacífico, responsable del secundario del Misericordia. “No significa nada que se pierdan 3 o 4 meses de clase presencial en 14 años de obligatoriedad. Eso se recupera, mas con las tecnologías que hay. La parte más complicada es la emocional, ahí es donde tenemos que apuntar. Los chicos de último año, por ejemplo, están muy tristes, estamos teniendo encuentros virtuales con ellos”, contó luego de explicar que el Colegio hace años tiene una plataforma educativa que permite mantener un contacto con alumnos y padres.
Sobre la dramática situación que viven los comerciantes locales producto del aislamiento obligatorio y la limitación de las actividades, Demian Kichik de IGAL S.A. explicó que a pesar de ser la primera vez que tuvieron problemas para pagar los sueldos desde que su padre Don Mario empezó con la empresa hace 40 años, están pudiendo sostenerse – aunque de manera limitada – gracias al Ecommerce. “Creo que parte de la solución es que uno tiene que ser creativo y buscar alternativas, aunque no es sencillo”, sostuvo. En el mismo sentido, el propietario de Lutz Ferrando se mostró preocupado por sus 25 empleados y aseguró que aunque están fortaleciendo la entrega a domicilio, el sistema online no es la solución que podría parecer ya que dependiendo el rubro, como en este caso el de las ópticas, “el alcance es limitado”.
En similar posición se expresó Rodrigo Prol, quien explicó que en el rubro de las inmobiliarias están sumamente complicados “ya que no podemos vender una propiedad online. Uno trata de buscarle la vuelta, implementar cosas nuevas, innovar con visitas virtuales, pero en definitiva no van a generar resultados inmediatos”. La inmobiliaria se encarga en este momento mayormente a la administración de alquileres, aunque ese es otro mercado que se ve gravemente afectado ya que raíz de la crisis muchos inquilinos no están pudiendo pagar. Mientras que el arquitecto y comerciante de la Avenida Rivadavia, César Dieguez sostuvo que “es todo una cadena. Si me caigo yo, se cae el de atrás. Lo más importantes es estar dispuestos a tratar de invertir en lo que se necesita. No estar con miedo de que esto es la hecatombe y que después no hay más nada. Es un momento, el sistema lo sostenemos entre todos”.
Con un mensaje similar, el Dr. Pablo Hermoso fue optimista: “Nosotros tenemos un ventaja como sociedad, somos un país de crisis cíclicas. Eso que nos desgasta también nos genera anticuerpos para encontrarle una vuelta para volver a renacer”.
“Es muy importante trabajar la información local de donde uno puede ser parte de la solución”, sostuvo el pastor Justo Janse. Mientras que el director de este periódico Roberto D´Anna finalizó: “Vamos a formar esta red para ayudarnos entre todos y que Flores siga adelante. Si salvamos Flores, estamos salvando también una parte del mundo. Hay que poner un granito de arena cada uno”.