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Por ley, la villa 1-11-14 pasa a llamarse barrio Padre Ricciardeli
Por unanimidad, la Legislatura porteña aprobó que la villa del Bajo Flores ahora se llame barrio Padre Ricciardelli, en honor al cura que hizo trabajo social en la zona durante casi cuatro décadas y que fallleció en 2008. La población del nuevo barrio ronda los 30.000 habitantes.
Por unanimidad, la Legislatura porteña aprobó que la villa del Bajo Flores ahora se llame barrio Padre Ricciardelli, en honor al cura que hizo trabajo social en la zona durante casi cuatro décadas y que fallleció en 2008. La población del nuevo barrio ronda los 30.000 habitantes.
La villa porteña denominada históricamente con el burocrático número 1-11-14 dejó atrás ese nombre gracias a la ley aprobada este mediodía por unanimidad en la Legislatura porteña y, de ahora en adelante, será conocida como barrio Padre Ricciardelli en honor a un sacerdote que vivió y desempeñó su tarea pastoral durante más de 30 años en esa zona de Bajo Flores, hasta que falleció, en 2008, a los 71 años.
Fueron varias decenas de vecinos del lugar los que -portando una imagen de la Virgen de Luján- se acercaron hasta el palacio de Perú 160 para acompañar la votación y celebrar la sanción definitiva de la iniciativa. Entre ellos estaba una delegación de la escuela primaria del barrio, integrada por el director del establecimiento y sus pequeños abanderados que no ocultaban su emoción.
“El lugar que uno habita habla de la identidad, y la gente que habita el barrio se identifica con la historia del Padre, con su obra y con su mensaje de paz, de lucha, de trabajo y de esperanza y no con un simple número. Esto suma un montón y estamos muy contentos”, comentó el director de la escuela, Mariano Delio.
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Ricciardelli desempeñó su tarea pastoral en los barrios más humildes de la ciudad desde fines de la década del 60 y su legado fue tan fuerte en el Bajo Flores que los vecinos habían querido impulsar su nombre como denominación tan sólo cinco años después de su fallecimiento, algo que la ley prohíbe. Integrante de la corriente de Sacerdotes para el Tercer Mundo, junto a otros curas, Ricciardelli impulsó en 1968 lo que es recordado como el “primer piquete clerical” en Plaza de Mayo para reclamar “que se frenara la erradicación de villas”.
Domingo Bresci, cura y compañero de militancia del fallecido cura, señaló que “Rodolfo tiene el récord de vivir durante más de 40 años” en villas porteñas. “Él seguro se opondría a esto y yo le diría que no es por él. Pero sí es por él y porque los villeros merecen ser reconocidos por su identidad, en las luchas que tuvieron como barrio”, había comentado risueñamente Bresci durante la Audiencia Pública en la que se trató el tema.
La misa en la que se despidieron los restos de Ricardelli, en julio de 2008, fue encabezada por el entonces arzobispo Jorge Bergoglio y terminó con una multitudinaria procesión a pie desde la capilla María Madre del Pueblo hasta el cementerio de Flores.
El antigua denominación “1-11-14” se remonta a la década de 1950, momento en el que los barrios más precarios fueron censados y designados con números, siendo estos tres los correspondientes a asentamientos muy cercanos que terminaron por fusionarse en un único conglomerado. La población del nuevo barrio ronda los 30.000 habitantes.